Hablar de
Tito Samelnik,
de la firma “Matices”, es hacer alusión a la excelencia de su impronta de sastre, en ropa de etiqueta y sastrería a medida, y también del exquisito diseño y oficio de
Cloti
, su mujer, en líneas de vestidos de novias, fiestas y todo tipo de evento en el que la prestancia y perfección de la línea hablan por sí solas.
“Tito de Matices” es una alusión que muchos famosos han agradecido, y agradecen en cámara; ya que el dueño de la firma es el ícono de moda que muchas celebrities eligen para vestirse, cuando tienen eventos especiales, o gran relevancia para su vida. Desde
Maradona
, hasta personajes de la política o importantes personalidades del ambiente deportivo y cultural de nuestro país, como también del exterior.
Así el famoso sastre de perfil bajo es también un asesor de imagen que trabaja en cada detalle de su creación, realzando la figura del hombre y brindándole un sello de distinción a cada prenda. Una labor en donde hasta las piezas únicas son diseñadas según el estilo de cada hombre, hallando a través de la marca el diseño que lo interprete y favorezca.
Un sello registrado de la colección de Matices es “ceremonia”, que abarca la impronta más clásica, y una amplia gama de diseños propios, y actuales, utilizando telas que Tito diseña en el exterior, con total exclusividad para la marca; para que sus prendas sean únicas por sus telas y modelos. Todo pensado para un hombre protagonista de la fiesta o evento.
Estilo Moda dialogó con el matrimonio, y sobre lo que implica trabajar hace más de 40 años en un rubro, en el que supieron hacerse de un nombre de prestigio y solidez, crear moda y marcar tendencias; dentro de un aspecto de la moda tan conservadora como lo es la ropa de etiqueta.
Prestigio a medida
“Con Cloti tenemos un matrimonio de 41 años. Ella estudió psicología, y profesorado de jardín de infantes. Yo por mi lado era contador público. En 1973 comenzamos con un local de ropa y, de ahí en más, empezamos a interesarnos a pleno en todo lo que concernía a la moda. Se transformó en una pasión y no paramos más”, cuenta Tito; y sigue iluminándonos sobre su historia en estos territorios.
-¿Cómo surgió esta vocación-pasión en ambos?
-Por una casualidad. Yo era el contador de un cliente mío. Teníamos una sociedad, y si bien iba a dedicarme a mi área, y él a lo meramente comercial, cuando descubrí el mundo de la moda no pude evitar lo que me generaba. Al poco tiempo comenzamos con Cloti nuestro propio camino en este sentido, ya vinculados tanto a hombres como a mujeres.
-¿Qué te hizo tomar la decisión final de especializarte?
-Después de trabajar muchos años en moda para mujer y sastrería, comenzaron a generarse desde el local pedidos de los clientes más usuales, con la necesidad de que les brindásemos la posibilidad de hacerles vestidos de novia, 15 años, o la sastrería para un futuro esposo. Así empezamos a incursionar en este universo en el ‘91. Al año siguiente nació “Matices”, nombre de nuestro primer local; orientado a pleno con todo lo que tenía que ver con la ceremonia para la mujer: 15 años, eventos y fiestas en ambos sexos.
-¿Qué fue lo más difícil de adentrarse en este camino, y lograr destacarse?
-Uno nunca sabe en qué puede terminar cuando inicia algo. Comenzamos con pasión y placer junto a Cloti, incursionando en novias, trajes de etiqueta; cada vez con mayor especialización. Desde el principio quise proyectar un hombre protagonista, que se destacara. Alguien de quien se hable. Y desde ahí empecé con propuestas diversas en colores, texturas, diseños, diferentes líneas.
-¿Cuál considerás que es tu impronta a la hora de que alguien luzca tu sastrería?
- Mi estilo tiene que ver con un hombre que luce etiqueta y que proyecta la sensación de sentirse único, seguro e impecable. Una persona que es protagonista, al igual que la mujer, y que es capaz de soñar con su traje. Esto es extensivo para el padrino, el egresado, el invitado, o el padre de la quinceañera. La idea es que, quien tenga un rol en la fiesta, luzca increíble.
-¿Qué busca el hombre que está por casarse?
-¡Auxilio! (ríe). Normalmente, en un alto porcentaje, casi podría decir que un 80% pide asesoramiento. Porque no tiene idea de lo que le gusta, lo que se usa, o lo que desea o puede quedarle bien. Algunos tienen una idea fija, o vaga; y muchas veces tampoco es lo que terminan llevándose.
Si lo que el futuro novio propone me gusta, y lo considero acertado, lo acompaño desde mi labor en su idea, para hacerle la mejor prenda. Sin embargo, muchas veces lo que solicita no es lo que más le favorece, y ahí es donde le muestro otras alternativas.
-Cada hombre es diferente, ¿cómo encontrás su estilo?
-Los hombres que vienen por ayuda tienen diferentes cuerpos, ocupaciones y perfiles. Además tengo que ver si su fiesta o evento es en un salón, en un jardín al aire libre, o si será de día o de noche. También debo buscar que exista un equilibrio entre el vestuario que le propongo y el de su futura mujer, ya que tienen que estar en armonía. Por eso cada estilo será único y especial, y es fundamental saberlo escuchar e interpretar para lograr el esquema perfecto.
-¿Qué alternativas en sastrería puede tener el novio?
-A mí el traje y la corbata para el futuro esposo no me convence, ya que van a haber muchos hombres vestidos con camisa, saco y corbata. Lo importante es que el novio se distinga, ya sea con frac, esmoquin, jacket o innumerables variables de traje de etiqueta. Hay trajes que siguen la moda, ya sea de línea recta o achupinada. Existen otros más románticos, con camisas bordadas y accesorios artesanales, ideales para cada prenda. Sin embargo yo no hablo de “un traje”, sino de un conjunto; y en el mismo nada puede fallar. Ni lo accesorios, ni el corbatón, ni el chaleco. Además, para cada novio, pienso en más de un cambio; ya que la idea es que inicie de una manera, y termine de otra, pero siempre impecable.
-¿Qué marca la tendencia?
-Todo tiene que ver con el tipo de cuerpo, pero pueden verse trajes rectos con uno o dos botones, sacos más cortos, o pantalones más achupinados. Pero insisto yo veo el cuerpo y el estilo de hombre que tengo delante. Si la tendencia moderna le cabe, y gusta; genial, si no vemos para cada quien qué conviene hacer.
En cuanto al color prima el negro en general, pero también los tonos naturales, grises y pasteles. Lo bueno es que el hombre se anima al color.