"Memorias", de Jorge Álvarez.
"Sé que la memoria funciona con intermitencias, selecciones, represiones y distracciones deliberadas. De hecho, en este libro sólo quise poner por escrito algunas aventurillas de mi vida", escribe.
Las "aventurillas" de Jorge Álvarez son en realidad una inmensa parte de la historia cultural argentina del siglo XX. Durante las décadas de 1960 y 1970, la vida intensa de Buenos Aires lo tuvo como protagonista inmediato de la conformación de vínculos intelectuales. Pero además, supo leer en la textura social una sensibilidad heredera de décadas anteriores, cuando las clases media y baja comenzaron a irrumpir como consumidoras de productos culturales.
En sus memorias, Álvarez relata parte de su infancia y adolescencia y experiencias de su época de editor y productor musical: aquí se vislumbran los primeros pasos de David Viñas, Ricardo Piglia, Rodolfo Walsh, Quino y Juan José Saer -publicados desde Jorge Álvarez Editor-; Manal, Miguel Abuelo, Moris y Tanguito; Vox Dei, Almendra, Billy Bond y Sui Generis -sello Mandioca-.
"¿Hay vida en la tierra?", de Juan Villoro.
En estos relatos, el premiado cronista mexicano construye un catálogo de las paranoias, malentendidos, molestias e ilusiones que conforman la vida cotidiana y son un encantador retrato de nuestra época. Villoro nos advierte en las primeras páginas: "No he querido construir cuentos sino buscarlos en la vida que pasa como un rumor de fondo, un sobrante de la experiencia que no siempre se advierte".
"Juan Villoro escribió estas cien crónicas dándose el permiso de hacer un 'periodismo de la tentación', el que se lee por fruición literaria, más allá de las agendas y la novedad llena de 'actualidad'. En cien historias reales, noticias mínimas alimentadas por una prosa de vuelo radial, Villoro s todo un juglar chilango", escribe Cristian Alarcón.
"Zielinski", de Nina Jäckle.
La novela, publicada por la rosarina Editorial Serapis, en una impecable traducción de Carolina Previderé, está llevada de tal manera que el lector se adentra sin proponérselo en el cerebro de Schoch (el protagonista) en sus vericuetos sin salida, en un camino que lo lleva a perder su trabajo y todo contacto exterior, a una completa deshumanización.
"Uno se acostumbra a todo con sólo dejarlo persistir el tiempo suficiente", dice Schoch, ante la presencia abrupta de Zielinski, instalado en su casa sin aviso tras tomar la más grande de las habitaciones y vivir allí en una inmensa caja de madera forrada con terciopelo azul.
Nina Jackle nació en 1966 en Schwenningen, creció en Stuttgart, asistió a escuelas de idiomas en la Suiza francesa y en París, quería ser traductora pero con 25 años se resolvió a escribir ella misma...