Ha pasado ya una semana de un nuevo enfrentamiento de dos familias conocidas y enemigas del Oeste de Godoy Cruz. En la madrugada del jueves pasado, los Martínez y los Alaniz tuvieron otro episodio con agresiones y heridos en el lugar que se disputan: el asentamiento Los Cerrillos.
Este improvisado vecindario está ubicado en el sector Sur del barrio SUPE, donde los residentes viven con miedo, inseguros y sabiendo que la tranquilidad en el lugar no es una constante. Los Alaniz y los Martínez llevan años de peleas, incluso con homicidios.
Vivir con temor
"Son por lo menos cuatro años de enfrentamientos. El otro día los problemas empezaron en la mañana, en la noche se complicó todo y eran las 3 de la madrugada y seguían los disparos y las peleas. Llegaron 18 patrulleros y no los podían parar", cuenta a Los Andes un vecino que, por seguridad, prefiere de no dar a conocer su identidad.
El último episodio fue un ataque contra Roberto Alaniz, a quien en plena madrugada le apedrearon la casa, le tiraron bombas molotov y cuando salió a la calle fue golpeado. Horas después hubo un segundo intento de incendio en una vivienda, un joven apuñalado y ráfagas de disparos. "Fue realmente una guerra campal. La balacera siguió hasta el otro día y andaban a los tiros limpios", agregó el vecino.
"Hay mucho temor en la gente. Estos son matones, ¿por qué tenemos que vivir así? No queremos llegar a que un día una bala perdida mate a un inocente", insistió este hombre residente en el SUPE.
El asentamiento Los Cerrillos, adonde apuntan las quejas, se radicó en las viejas canchas de fútbol del SUPE. Estos terrenos fueron usurpados y hay nulas condiciones de salubridad. Los vecinos se quejan por la presencia de animales en mal estado y todo tipo de residuos en un zanjón y la quema de basura.
Dos asesinatos, uno por “bando”
Si bien los investigadores policiales y judiciales no terminan de conectar los hechos directamente ni tienen probado que el segundo fue por venganza del primero, los conflictos han dejado víctimas fatales en las dos familias y también detenidos.
En la mañana del 21 de noviembre de 2018 fue asesinado Darío Martínez (24), uno de los tantos habitantes de la zona con ese apellido. El joven iba en moto con un amigo y, pasando por enfrente del hospital Lencinas, tuvieron un altercado con un hombre. La víctima fatal recibió un balazo en el tórax que le provocó la muerte.
Este caso tuvo como primeros sospechosos a dos hermanos Alaniz (varios de ellos se dedican al boxeo), pero finalmente caería detenido un primo de estos, identificado como Ariel Balay.
Meses después perdería la vida uno de los Alaniz. Franco (26), hijo del hombre atacado la semana pasada, fue "ajusticiado" el 23 de junio de este año en el barrio Brasil de Godoy Cruz. Dos sujetos en moto lo encontraron en la calle y le pegaron un tiro en el pecho. Con el paso del tiempo la causa tuvo dos arrestados: a uno lo apodan "Jairo" y al otro "Poteanco", ambos vinculados a los Martínez.
Investigadores sostienen que los enfrentamientos entre estos dos clanes responden a la disputa para ver quien maneja el negocio de la droga en la zona. Los involucrados viven a unos 100 metros de distancia por calle Lautaro, lo que genera roces permanentes.