Tiroteo, pánico y muerte cerca del Capitolio

La persecución policial de un vehículo particular iniciada cerca de la Casa Blanca derivó ayer en un tiroteo en inmediaciones del Capitolio que causó la muerte de la conductora, el cierre temporal del Congreso y alarma en Washington, aunque las autoridades descartaron rápidamente un acto "terrorista".

La conductora del vehículo, de identidad hasta el momento no revelada por las autoridades policiales, resultó gravemente herida en el tiroteo tras ser encerrada y abordada por las fuerzas de seguridad en un recorrido que atravesó una de las principales arterias del centro de Washington.

El incidente comenzó pasadas las 14 (las 15 en la Argentina) en las calles 15 y E que bordean uno de los laterales de la Casa Blanca, cuando un auto de color negro conducido por una mujer intentó traspasar unas vallas que protegen el edificio presidencial y continuó camino a pesar de las advertencias policiales.

Eso desencadenó en una persecución a lo largo de la avenida Pennsylvania -que une la casa de gobierno con el Capitolio- y, según la jefa de la policía de Washington, Cathy Lanier, involucró dos tiroteos en distintos tramos del camino. El último, producido por las fuerzas de seguridad, ocurrió a dos cuadras del congreso, donde la sospechosa recibió los disparos que le ocasionaron la muerte.

En el vehículo negro viajaba también un niño de un año de edad que fue rescatado por la policía y luego llevado a un hospital cercano donde confirmaron que no había sido herido, según informó el jefe de la policía del Capitolio, Kim Dine.

Dine aseguró además que lo ocurrido ayer en la capital estadounidense fue un hecho "aislado y único sin relación con un acto terrorista", a lo que su par de la policía metropolitana agregó que "no parece haber sido un accidente" sino algo intencional.

Como consecuencia de los tiros, el congreso fue cerrado por completo con los legisladores y senadores obligados a permanecer puertas adentro y alejados de las ventanas o conexiones con el exterior hasta que la alarma cesó, aproximadamente una hora después.

La única persona que resultó herida, en medio de lo que resultó ser una rápida e importante movilización de seguridad, fue un policía del Capitolio que está actualmente fuera de peligro.