La calle San Martín al 600, en Florencio Varela, es una cuadra más del conurbano bonaerense, o en realidad no. Allí está ubicada la sede distrital de la Unión Obrera de la Construcción Argentina (Uocra), un lugar en el que conviven trabajadores sacrificados con una cúpula dirigencial integrada por una extraña mezcla de gremialistas del peronismo ortodoxo, albañiles con una vida muy acomodada, un líder político vinculado a una iglesia evangélica, matones profesionales y amateurs. Ayer, a las nueve menos veinte de la mañana, las tensiones entre diferentes actores del sindicato explotaron de un modo violento: dos grupos rivales se enfrentaron a los tiros para saldar cuentas que aun no están claras.
A una balacera se le sumaron además peleas cuerpo a cuerpo con armas blancas y la explosión de bombas molotov, entre otros disturbios que terminaron con el lugar prendido fuego en el sentido más literal.
Al menos siete personas terminaron heridas. Varios vehículos fueron incendiados hasta quedar color ceniza, humeantes.
El desastre fue atendido por tres dotaciones de bomberos, ambulancias y policías. Cincuenta personas quedaron detenidas.
Según relataron varios testigos, todo empezó cuando un camión “cerealero”llegó al lugar a las 8.40. No cargaba granos sino personas con ánimos exaltados, una banda decidida a tomar por asalto la sede de la Uocra local. Lo intentaron y hubo resistencia.
El jefe político del sindicato de Florencio Varela y Quilmes se llama Juan “Lagarto” Olmedo. Se trata de un dirigente atípico: es pastor evangélico. Olmedo era hasta hace poco el secretario general de la Uocra de Varela-Quilmes, pero renunció. Sus aliados siguieron manejando el gremio.
El gremio es controlado a nivel nacional por Gerardo Martínez, un aliado de la Casa Rosada que siguió siéndolo a pesar de que se confirmó que durante la dictadura había sido agente civil del Batallón de Inteligencia 601.
Fuentes de la Uocra admitieron que los incidentes de ayer fueron provocados por una pelea interna entre grupos que se disputan el control del sindicato a nivel distrital. En abril, nueve delegados del gremio de Varela resultaron heridos en otro enfrentamiento.
