El cuerpo de un joven baleado y tirado en el cauce de agua, en medio de un basural, fue visto por un hombre que, de inmediato, llamó al 911 dando a conocer el hallazgo, lo que movilizó a la policía que llegó hasta el lugar.
Fue cerca de las 9 de este domingo, que amaneció despejado y a media tarde, ya nublada, el cadáver con varios disparos, uno en la cabeza, fue identificado como Carlos Nelson Martínez, con domicilio en la zona de El Borbollón, de Las Heras.
El joven, de 24 años, habría sido asesinado, presuntamente en las últimas horas del sábado o en la madrugada de ayer, tras lo cual el cuerpo fue abandonado en el interior del cauce de agua que cruza la planta de residuos de Las Heras.
Según los peritos que trabajaron en el lugar, bajo las órdenes del fiscal Gustavo Pirrello, la víctima recibió cinco balazos: uno en la nuca y otros en varias partes del cuerpo.
Por las características del hecho, los efectivos orientan la investigación a un "ajuste de cuentas" entre conocidos. También se especula con que habría sido ejecutado en otro lugar, para después abandonar el cuerpo en el sitio donde fue encontrado. Por el momento no hay detenidos.
El cuerpo encontrado en un basural presentaba, en las pericias preliminares, cinco impactos de bala, uno en la nuca.
El amigo desaparecido
La información conocida indica que, junto a Mauricio Quiroz (26), habían salido el viernes en la noche, para comprar un lechón, por eso originalmente la causa fue caratulado como averiguación paradero.
Sin embargo hasta anoche nada se sabía sobre su amigo y con el que había salido, por lo que la investigación se orienta en la búsqueda del joven.
Sin identificar
Otro caso, que por el momento sigue manteniendo dudas, está referido al cuerpo que, el sábado 3, fue encontrado totalmente calcinado, en el interior de una camioneta Amarok, estacionado sobre calle Juan Domingo Perón, al oeste de Godoy Cruz.
El cadáver, que continúa ubicado sobre una chapa de la morgue judicial, estaba irreconocible, por lo que se está a la espera de poder realizar cotejos de ADN.
Los peritos del Cuerpo Médico Forense, según trascendió, en su tarea descartaron la existencia de proyectiles en el interior del cuerpo, lo que se traduce que no fue baleado previo al incendio de la camioneta, pese a que vecinos del lugar, hicieron referencia, en aquella madrugada, a haber escuchado algunos tiros, tras lo cual observaron que las llamas envolvían la 4x4 y dieron aviso a la policía.
El caso quedó en manos del fiscal Carlos Torres y con la documentación del rodado se supo que el vehículo estaba a nombre de Sergio Funes, un hombre de 59 años que vivía solo, en una propiedad sobre calle Salvador Civit.