HACÉ UN DIBUJO DEL ESPACIO
Para no tener tu cocina dada vuelta mucho tiempo, es mejor pensar de antemano cómo vas a organizarla. Basta con un dibujito simple con el espacio disponible para almacenaje, para ayudarte a redistribuir todos los elementos sin tener todo en el medio. Sobre él podés ir escribiendo donde colocarás cada tipo de alimento y utensilios.
AÑADÍ UN SISTEMA DE BARRAL CON GANCHOS
A veces organizar la cocina ayuda a ganar espacio y solo con eso lográs ordenar todo lo que necesitás en el sitio que tenés. Pero otras veces no. Una idea fácil y barata es añadir en algún espacio de pared vacío un sistema de barral con ganchos, que restan poco espacio sin sobrecargar visualmente la cocina, y sin embargo añaden capacidad de almacenaje.
ORGANIZÁ EL ESPACIO CON SENTIDO
Organizá el espacio de la cocina en cinco áreas:
Espacio para alimentos. Espacio para platos, vasos y cubiertos. Un área para productos de limpieza en torno a la bacha. Un apartado para utensilios de preparación como tablas de cortar o cuchillos. Un rincón con elementos para cocinar (sartenes, cacerolas, ollas, fuentes de horno) en torno a las hornillas y el horno.
Es una buena forma de organizarse, pero no es la única. También podés crear espacios por uso, por ejemplo creando un rincón de desayuno donde colocar la cafetera, la tostadora, los cereales y las tazas.
Por tipo de alimentos y de más a menos uso: dentro de los espacios que establezcas a modo de despensa de alimentación, una buena idea es agruparlos por tipos de alimentos: los diversos tipos de pastas, las variadas legumbres, todas las latas y conservas, el rincón para las especias, etc.
Colocá más a mano lo que uses a diario o semanalmente, y si tenés armarios profundos o muy altos que dejan alguna sección más "escondida" o poco a mano, colocá allí lo de uso más ocasional.
UN LUGAR PARA LOS UTENSILIOS, OLLAS…
Al igual que con los alimentos, los artículos de cocina ordenados por tipos te va a ahorrar dolores de cabeza. Si tenés todas las sartenes juntas, es muy difícil no encontrar la honda cuando la estés buscando… a no ser que esté en el escurridor en su lugar.
En cuanto a la vajilla, la cubertería y los vasos, colocalos en espacios cercanos para poner la mesa en un abrir y cerrar de ojos, y la que uses a diario tenela bien a mano.
SACÁ TODO FUERA.
Ya sabés cómo organizarás todo en tu cocina y has apuntado en el dibujo donde irá cada cosa. Ahora ya solo queda ‘ponerte manos a la obra’. Lo más recomendable es sacar todo fuera para poder empezar de cero (podés aprovechar a hacer una limpieza general). Instalá los organizadores y, dibujo en mano, ya podés empezar con paciencia, a recolocarlo todo.