En poco menos de un mes se cumplirán tres años desde que se reconoció al vino argentino como la
Bebida Nacional
. En un país con tradición vitivinícola y un profundo conocimiento de la gran variedad de vinos disponibles, son pocas las personas que no están al tanto de las bondades de este producto.
Periódicamente se dan a conocer estudios que ponen en evidencia nuevos
beneficios
que se desprenden del consumo moderado del vino: está comprobado que ayuda a prevenir problemas de colesterol, proteger contra enfermedades coronarias y cerebrovasculares, mejorar la circulación de la sangre al cerebro y colabora en una mejor digestión de proteínas.
Lo cierto es que en Mendoza y en todo el país tenemos acceso a un amplio abanico de vinos que nos abren las puertas a un mundo de aromas y sabores. Las alternativas son prácticamente infinitas. Si hablamos de vino tinto y vino blanco encontramos un sinnúmero de opciones, cuya elección estará vinculada a diversas variables, que van desde el momento del día en que se consumirá hasta los alimentos con los que se complementará en la mesa.
¿Vino tinto o vino blanco?
Seguramente todo argentino tiene su preferencia a la hora de escoger un tipo de vino, una variedad. Y cada una de ellas tiene sus particularidades y características únicas e irrepetibles. Pero la elección del vino no sólo afectará a nuestros sentidos, sino también a nuestra salud, ya que los aportes nutricionales entre un vino blanco y un vino tinto son diferentes.
¿Qué vino aporta más calorías? ¿Qué vino es más saludable? ¿Cuáles son las diferencias nutricionales entre un vino blanco y un vino tinto?