Marcelo Tinelli siempre sorprende. Anoche, cuando entró a la pista Jesica Cirio –vestida de monja ella- y apareció en escena su novio, Martín Insaurralde, al conductor se le ocurrió montar un show con la boda y la relación del diputado con otros políticos.
Incómodo, Insaurralde confesó que iba a ser un casamiento chico, ya que Tinelli le insistía con que había que invitar a Cristina Fernández de Kirchner y que su sueño era hacer el trencito con ella.
Ni lerdo ni perezoso, y ante la cara azorada del diputado, Marcelo marcó el número de Olivos. Pero luego de una larguísima espera le dijeron que Cristina estaba comiendo con su familia.
Después, por sugerencia de Nacha Guevara, llamó a Daniel Scioli. Luego se entusiasmó y llamó a Mauricio Macri, Sergio Massa y Aníbal Fernández. La presidenta de la Nación fue la única que no respondió.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires atendió rápidamente con un “Hola, ¿qué hacés Marcelo?” y justificó a la presidenta por no haber respondido. “Cris te tiene un gran afecto y estoy seguro de que cuando tenga un minuto te va a atender”, afirmó.
Mauricio Macri atendió, pero le costó creer que no era una broma. Lo invitó al casamiento y le pidió que en la boda cante un tema de Queen. “Esto me suena muy raro”, repetía Macri, sin poder creer el llamado repentino a las 11 de la noche a su celular, con una monja mirando desde la pantalla y un opositor con cara de piedra.
Sergio Massa, que no estaba mirando el programa cuando contestó el llamado, aprovechó la falta de respuesta de la presidenta para chicanear: “a mí hace rato que no me atiende”.
Con humor, Aníbal Fernández atendió y dijo que va a ir al casamiento. “¿Por qué no?” aseguró cuando Marcelo le dijo que la fiesta es en noviembre y que confirmara su asistencia.
Tinelli volvió a hacer otro intento de comunicarse con la presidenta, pero en la quinta de Olivos le respondieron que ya no podían pasarle el llamado.
