El 1 de setiembre es la fecha elegida para el puntapié inicial de la construcción de Lorenzo de Agrelo, una bodega de vinos premium, a punto de lanzar al mercado su primer vino de alta gama, “Fede”, que pretende complementarse con un hotel de lujo. Ni más ni menos que el punto culminante de Santa María de Los Andes, el emprendimiento vitivinícola mendocino con el que el empresario televisivo Marcelo Tinelli desembarcó en el negocio en 2012, y cuyo paso previo fue la elaboración de una primera línea inspirada en su amigo, el desaparecido Federico Ribero.
El proyecto sufrió una metamorfosis en su esquema inversor para sumar el desarrollador inmobiliario coreano-estadounidense Young Woo, con quien Tinelli apuesta a fortalecer el capítulo real-estate: la venta de selectas parcelas de una superficie cercana a las 600 hectáreas de viñedos a capitalistas de Estados Unidos, ofreciéndoles la posibilidad de ser parte de una exclusiva villa vitivinícola y tener su propio vino. De esto se encargará como asesor el reconocido enólogo Alejandro Vigil, autor intelectual de Fede.
Pero en realidad también hubo una división de unidades de negocio. El casco de la finca, con unas 20 hectáreas implantadas, además de un lodge (casa de huéspedes) está en manos de los dueños de la bodega Rosell Boer, en tanto que Tinelli se quedó con 140 hectáreas de la superficie total para emprender la construcción de una bodega de 500 mil litros y el futuro hotel de lujo pensado como un “spa & health club”, que pretende sea operada por una cadena internacional en negociación.
Bailando por un viñedo
Mientras tanto, el grupo Woo, con antecedentes de desarrollo de granjas familiares en Paraguay, ya promueve a Santa María de Los Andes, Pueblo de Viñas, entre los potenciales inversores del país del Norte como un “agribusiness”, al que rebautizó Dragon Back. Lo define como la conjunción de “viñedos propios, bodega boutique con hotel y una villa de lujo, sobre una superficie de 2 mil acres”.
Parte del acuerdo entre Tinelli y el empresario coreano (que empezó como inversor minoritario y adquirió el paquete a Fiducia Capital Group, ex mayoritario) es comercializar las parcelas que restan del predio, donde ya son dueños de la suya 25 inversores que poseen entre 1 y 10 hectáreas cada uno.
Hasta ahora, la superficie total (en la que Tinelli y sus socios iniciales invirtieron) cuenta con cepas de malbec, cabernet franc, petit verdot y cabernet sauvignon. Es una zona que, además, promete pingües ganancias por la venta de cada hectárea en producción, teniendo en cuenta que al momento de hacer pie en el negocio ya se cotizaban en más de U$S 90 mil, y la puesta en marcha del emprendimiento podría disparar ese valor largamente por encima de los 100 mil.
“El inicio concreto de la obra es en setiembre pero, por ahora, pensar en cómo operará el hotel, cómo está pensado cerca del actual lodge, todavía es algo lejano en el tiempo”, anticipó respecto al proyecto constructivo Alejandra Gil Posleman, gerente del proyecto integral desde su inicio hasta los cambios en la sociedad.
Entre copas
Marcelo Tinelli supo rodearse de socios que saben de lujos. Uno de ellos es Hernán de Laurente, director de Quintesentially, un grupo de 32 agencias “que cubren cada faceta dentro del mercado de estilo de vida lujoso: desde viajes, pasando por propiedades, hasta vinos y publicaciones”. Para lanzar “Fede”, su primer vino top, sumó a Daniel Mautone (Casino Victoria-Arena Maipú) y Daniel Awada (cuñado de Mauricio Macri y dueño de las marcas Cheeky, Cómo quieres que te quiera, La Patisserie y Awada).
Respecto del futuro del vino primogénito del conductor y empresario, trascendió que para la cosecha 2015 se espera recoger 600 quintales de uva premium para que Vigil siga elaborándolo en bodega Catena, al menos hasta que Lorenzo de Agrelo esté lista, y que acompañará a “Fede” (“un vino nacido de la amistad y para compartir con amigos”, según la etiqueta de la primera partida de 20 botellas), una línea de precio mediano.