Tiger Woods, campeón del Masters, a la caza del segundo torneo del Grand Slam de golf en el empapado y complicadísimo campo de Bethpage Black.
Todo suena bastante familiar. Para Woods, se siente totalmente distinto.
El Campeonato de la PGA pasó a ocupar el segundo turno en la programación de las grandes citas en el pasado en mayo por primera vez desde 1949, y con tan solo un mes en la paréntesis entre los "mayores", Woods no es disputar otro torneo tras Conquistar su quinto chaleco verde en Augusta.
Ha vuelto al sitio de gran superestrella mundial de 2002, cuando ganó el Abierto de Estados Unidos en Bethpage Black tras ganar el Masters. Pero no es el número 1 en el mundo. Además de tener 43 años, han pasado dos años desde que se realizó una cirugía en la espalda y hay días en los que no tiene la misma movilidad que otros.
"Por lo general me siento más viejo que lo que soy, que más que lo que soy", reconoció Woods. La nueva versión del viejo Tiger es más que competente.
En septiembre, cuando ganó el Campeonato del Tour en el Lago del Este, realizó su primer título en un torneo relevante en las cirugías de la espalda. Y en abril, cuando conquistó su 15to grande, demostró que era capaz de tratar de romper el récord de Jack Nicklaus de 18.
Lo que todavía está en verso es si Woods puede ser la fuerza dominante que fue durante una docena de años.
"No lo veo así", dijo Woods. "Si soy dominante o no en el futuro, está por verso. Lo que es que tengo que tengo que tener la mejor oportunidad para ganar los torneos que se reparten, ya que eso significa tomar más descansos poco a poco, y asegurarme de que estoy listo para jugar y poder rendir el 100% en esos torneos".
De los 10 mejores jugadores del mundo, Woods (número 6) y Bryson DeChambeau (número 8) son los únicos que no se han jugado desde el Masters.
Esta será la séptima vez que Woods compita de un 'major' a otro `major 'sin haber jugado ningún torneo de por medio. Sus resultados son mixtos. El más famoso fue en 2008, cuando llegó a Torrey Pines para el Abierto de Estados Unidos con una fractura en el pie izquierdo y ganó en un desempate.
Esta vez, Woods precisó que se debe a un torbellino de emociones tras la consagración en Augusta, un momento en el golf que no será olvidado.
Brooks Koepka, las esperanzas de ganar el Masters se esfumaron cuando se realizó un putt para birdie en el 18vo hoyo, recuerda que estaba en la zona de anotación, sin poder dejar de ver la televisión.
"Todos los aficionados, todos los golfistas, estaban pegados a un televisor en ese momento, mirando", dijo Koepka. "Fue bastante chévere, bastante especial para todos nosotros. Estaba un poco decepcionado. Pero a la misma vez, eso es lo que nuestro deporte necesitaba. Necesitábamos que él ganara un 'major'".