El estadounidense Brooks Koepka ganó el domingo la 100ª edición del PGA Championship, el último Gran Slam de la temporada. Sin embargo, el gran protagonista de la jornada resultó Tiger Woods, quien marcó su regreso al alto nivel en un Major al finalizar en la segunda colocación.
Woods, ganador de 14 torneos de Gran Slam, luchó hasta el final por el título después de años peleando contra lesiones en su espalda y de regresar al circuito hace apenas ocho meses tras ser sometido a una intervención en la espina.
Una multitud acompañó a Woods en la última ronda.
Koepka se convirtió así en el quinto jugador de la historia en ganar el mismo año el Campeonato de la PGA y el US Open al finalizar con una tarjeta de 264 golpes, 16 por debajo del par, a dos del Tigre.
La veterana estrella, de 42 años, parece haber recobrado su mejor versión luego de que su carrera entrara en declive por los problemas físicos, que coincidieron con las revelaciones de su vida personal que derivaron en varios escándalos mediáticos.
El 26 de enero se había reintegrado a la Gira PGA en California, y su retorno había convocado a una verdadera multitud que siguió con pasión cada uno de sus golpes. "No podíamos ver nada desde allá atrás, así que sólo estábamos atentos a algún ruido. Y de pronto, la gente comenzó a ovacionarme", comentó entonces.