Emocionan el entusiasmo y la garra de Rodrigo Navarro (28), que padece esclerosis múltiple y planea ascender el Aconcagua (6.962 metros) en una expedición en febrero de 2015. "Si la montaña me deja, voy a hacer cumbre", dice.
El joven mendocino trabajó varios años como instructor de esquí hasta que en 2010, en medio de un pico de estrés, se le declaró hipotiroidismo y luego esclerosis múltiple. Recuerda el primer síntoma de la enfermedad degenerativa. "Estaba con mi novia y, de un momento para otro, sentí que se me adormecía el lado izquierdo del cuerpo".
El joven, que ahora trabaja en una productora de televisión, sabe que tiene que hacer un esfuerzo físico importante: "No tengo tanta experiencia en andinismo pero me estoy preparando para ascender el Aconcagua y generar conciencia de esta enfermedad que te va dejando secuelas a nivel psicomotriz", comenta.
Y explica que, con esta patología, todo "cuesta más, porque genera más agotamiento físico".
A los 24 años, cuando le diagnosticaron la enfermedad, tuvo mucho miedo. Necesitó resguardarse en los brazos de su mamá como cuando era un nene y repensar cómo seguiría su vida.
"Empecé a informarme de la enfermedad y a descubrir que hay pacientes que corren triatlones, suben cerros y han conseguido logros deportivos muy importantes", dice. Fue entonces cuando se le ocurrió hacer la travesía a la montaña más alta de América porque "desde siempre" el Aconcagua había estado entre sus metas.
"Es un desafío muy grande. Como en todas las cosas, lo podés llevar bien o mal, pero lo llevás", dice el joven.
El proyecto de Rodrigo es dar a conocer la enfermedad y ayudar a la Fundación Mendocina de Esclerosis Múltiple. Cuenta con el apoyo de varias empresas privadas y organismos estatales que financiaran el costo de la travesía.
Durante la expedición se filmará un documental con el detalle de cada paso para ascender: cómo entrenarse, qué chequeos realizarse y cómo es la vida en la montaña.
La expedición se llama "La Salud en lo más Alto" y cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud de Mendoza, directores de los hospitales Militar, Lagomaggiore y Lencinas, integrantes del Ejército y de la empresa Inca Expediciones. El guía de montaña Pablo Tapia va a acompañar al grupo. "Está abierta la convocatoria para los que se quieran sumar", avisa Rodrigo.
Confiesa que tiene miedos y nervios por los meses que faltan y las secuelas que puede dejarle la enfermedad. Y asegura: "Quizás mañana tendré que estar en silla de ruedas. Pero antes pude demostrar que acá estoy, esforzándome".