Si los argentinos creemos que Bielsa es un Loco, es porque no conocemos a Van Gaal. El holandés es, sin dudas, el mejor técnico de este Mundial y para muchos el que más sabe en todo el planeta fútbol.
El holandés es un adicto al trabajo al extremo de que muchas veces ello le ha traído problemas en su vida personal. Su esposa Truus, admitió que le tenía “un poco de miedo” cuando se conocieron, aunque pronto lo superó.
Sus equipos son tácticamente perfectos, al extremo de poder cambiar su dibujo en medio de un partido. Usa mayormente una formación 5-3-2, en la que los laterales se incorporan al ataque. Pero si el equipo queda en desventaja vuelve a un tradicional 4-3-3 y tiene también un “plan C”.
En este certamen lo ha demostrado en varias oportunidades, pero más que nada frente a México, en el que tras el 0-1 dio un vuelco que lo llevó a cambiar el rumbo del partido. Ahí, Dirk Kuyt arrancó como lateral izquierdo en una formación 5-3-2. Cuando el equipo quedó en desventaja, Van Gaal lo pasó a la derecha como parte de un sistema de 4-3-3 y más adelante, pasó a jugar como centrodelantero.
Los videos de sus entrenamientos son fuente permanente de consulta de casi todos los entrenadores. En el Ajax no sólo se dedicaba a la primera, sino también a las inferiores, porque su obsesión es que todos jugaran de la misma manera.
Fue el hombre que revolucionó el fútbol europeo de la década pasada y no es casualidad que el Manchester United (asume después del Mundial) haya pensado en él para recuperar el prestigio perdido.
Incluso en el trabajo previo a este Mundial, mandaba a sus colaboradores (entre ellos Patrick Kluivert) a trabajar con los jugadores en sus respectivos clubes para que todos entendieran lo que él quería de ellos.
De la mano de este genio, muchas veces odiado por la prensa por su mal carácter (“yo soy muy inteligente o usted es muy estúpido”, le dijo una vez a un periodista) , Holanda tiene grandes chances de saldar la deuda de ganar un título del mundo y que se le ha negado tres veces.