El joven Todd Baldwin es un millonario estadounidense de 27 años que consigue ahorrar hasta el 80% de sus ingresos. Ante la singularidad de su caso, él ha compartido los secretos de su éxito y contó en qué cosas nunca gasta dinero.
Baldwin, cuyo patrimonio neto superó el millón de dólares cuando tenía 25 años, gana actualmente unos 615.000 dólares anuales (305.000 después de los gastos comerciales) gracias a una combinación de ingresos de propiedades de alquiler, su trabajo diario en ventas de seguros comerciales y el dinero extra que gana como cliente misterioso, según RT Español.
La mayor parte de sus ingresos provienen de las seis propiedades que posee con su esposa, Ángela, con las que ganan 460.000 dólares anuales en alquiler. Después de los gastos, incluidos los pagos de la hipoteca, los impuestos, los seguros y los servicios públicos, a la pareja le quedan alrededor de 150.000 dólares por año.
Pese a que su patrimonio neto "es de siete cifras", la familia no hace "muchas de las cosas típicas que la mayoría de la gente imagina que hacen los millonarios". "Somos superfrugales", confiesa Baldwin, quien usa una alianza de goma de 12 dólares y comparte con su mujer un Ford Focus 2009. Debido a que mantienen sus gastos tan bajos, pueden ahorrar más del 80% de su salario neto.
En particular, el millonario evita gastar dinero en dos cosas. En primer lugar, Baldwin no gasta en entretenimiento, como restaurantes y cine. Gracias a su trabajo como cliente misterioso, en el que le pagan por salir a cenar, ir de compras, ver películas e incluso visitar hoteles y casinos, y luego completar encuestas describiendo las experiencias. Ese empleo permite a Baldwin y a su esposa gastar tan solo alrededor de 25 dólares al mes en comida.
"Otra cosa en la que nunca gastaré dinero es en tarifas innecesarias de cuentas bancarias o tarifas de tarjetas de crédito", detalla Baldwin, que tiene 13 tarjetas, pero siempre realiza los pagos a tiempo para evitar cargos.
Lo único en que a Baldwin le gusta derrochar es en algo para Ángela, si ella se lo permite. "¡Mi esposa es más comedida que yo!", asegura el millonario, recordando que hace un par de años, le compró un bolso por unos 500 dólares, pero la mujer la cambió por una cartera de 60 dólares y luego invirtieron la diferencia.