En una reciente asamblea realizada en Tucumán, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) valoró la recuperación del diálogo entre autoridades de todos los niveles de poder y también entre entidades representativas de la prensa. La entidad que nuclea a más de 200 medios impresos y digitales del país, apuntó al respecto que dicho acercamiento debe servir para demostrar que “el país va dejando atrás la etapa más oscura para el periodismo independiente desde 1983”, año de la recuperación de la democracia, en una clara alusión a las trabas que puso a la actividad de los medios en general la administración kirchnerista durante doce años.
El documento emitido por Adepa rescata, con respecto a la libertad de prensa, “la consolidación de un escenario de libre expresión sin represalias, la sanción de una ley nacional de Acceso a la Información Pública luego de más de una década de dilaciones, e incipientes medidas para favorecer la transición de la prensa escrita ante las profundas transformaciones que vive el sector”.
Por otra parte, Adepa reiteró su propuesta de un plan de fomento a la industria nacional de contenidos periodísticos, fundamentado en las serias dificultades financieras que a muchas empresas periodísticas produjo la reducción de la pauta publicitaria del sector privado, cuando la influencia del kirchnerismo en el poder era de enorme porte ante el empresariado, con la clara intención de debilitar las arcas de aquellos medios que no aceptaban someter sus contenidos a los designios del gobierno de turno a cambio de publicidad oficial.
Con respecto a dicha pauta, indicó el documento de los empresarios periodísticos que la decisión oficial de revisar los criterios de asignación “va en dirección de sustituir parámetros arbitrarios por criterios objetivos”. En efecto, así como hubo medios que debieron soportar todo tipo de abuso por no someterse al oficialismo de turno, estuvieron aquellos que se transformaron en parte del aparato propagandístico paragubernamental de la gestión que finalizó en diciembre pasado por el solo hecho de contar con un respaldo económico seguro.
Por ello, además, Adepa en su manifiesto también fue muy crítica con propietarios de diarios, revistas y sitios de internet que sin ningún tipo de responsabilidad social “no titubearon en dejar librado a su suerte al personal” luego del cambio de gobierno y del obvio replanteo de la asignación de recursos.
El pronunciamiento también recuerda que la entidad madre de los medios periodísticos del país siempre sostuvo que la independencia y la dignidad de la prensa están fundadas, a su vez, en la independencia económica.
Debe tenerse en cuenta que la relación entre el periodismo y el poder de turno exige como regla esencial de aquél situarse alerta tanto por las posibles tentaciones como por eventuales acciones de presión o censura que puedan surgir más allá de la legitimidad democrática o la imagen de sano republicanismo que el gobernante puede mostrar.
Asimismo, la libertad de prensa bien ejercida y la práctica de un periodismo independiente de influencias sectoriales, son las garantías básicas de que un determinado medio no caerá en la tentación del ejercicio periodístico siempre oficialista, acomodaticio a quien esté ejerciendo circunstancialmente la conducción del Estado.
