Después de una dura semana en lo personal, el presidente de Independiente, Dardo Agost, vive horas de alegría y júbilo por el triunfo leproso ante Gimnasia en el superclásico mendocino.
“No tengo cábalas, pero cuando llovió sabía que ganábamos, como la última vez. Estoy agradecido a todos los que jugaron este clásico”, comenzó diciendo el titular azul.
Era un grupo reducido de dirigentes e hinchas, pero gritaron los goles con todo. Pero ¿cómo habrá sido debutar como presidente y ganar un clásico?
“Al partido lo vimos abajo de una lona en la orilla de la cancha; nos recontramojamos pero lo disfrutamos. Por otra parte, al ser mi primer clásico como presidente fue más la responsabilidad que la alegría. Hoy como dirigente es muy importante que Independiente gane; es más no escucho radio, ni leo diarios la semana después del partido.
En lindo porque fue una patriada muy grande, ya que apostamos a jugadores que estaban en el club o que estaban en otra institución, como el Negro Vizcarra”.
Uno de los más motivados fue Gaspar Servio que, tras el clásico, disparó: “Se ganó con la camiseta”, a lo que Agost agregó: “Servio es un loco lindo. Me gustaría tener 11 jugadores con la mentalidad ganadora de Servio. Ojalá que se quede mucho tiempo en el club”.
También hizo un mea culpa con Juan Pablo Pereyra: “Nos tapó la boca a todos; queríamos que le dieran la oportunidad a Minich, pero por suerte salió todo bien y se pudo convertir".
Otro que debutó en los clásicos fue el presidente del Lobo, Fernando Porreta pero el mismo Agost confirmó que no se cruzó con su par: "A Porreta no lo conozco personalmente. No nos vimos en el partido porque los dos estábamos muy metidos en lo nuestro".
Al titular leproso le saltó el hincha que lleva adentro: "Son hijos de verdad. Sin ofender, hay que decir que les sacamos muchos partidos de visitante.
Quiero que Gimnasia siempre esté porque es el verdadero clásico. No me vengan con otros clubes como Godoy Cruz", cerró.
Finalmente, el presidente de Independiente desmintió absolutamente todas las acusaciones de violencia familiar que recibió por parte de su hijastra, Valentina Di Césare.
“No tengo nada que ver con todo esto. Son mentiras, jamás he tenido una denuncia por agresiones ni por violencia de género”, expresó el mandamás Azul en claro descontento con la situación. A lo que agregó: “Quiero aclarar que no tengo nada que esconder. Se aprovechan de mi exposición pública porque presido a la Lepra, pero esto no va a quedar así. Mis abogados ya están trabajando en el tema”.
