A esta altura del año las ganas de escapar abundan, no se esconden, no dejan de hacer cosquillitas y alentar a una escapada. Los aventureros tienen que agendar esta propuesta, no se arrepentirán. Cumple con todos los requisitos para una salida especial.
A más de 2.000 km de Mendoza, lo que conlleva mate y largas charlas en el vehículo, paradas ocasionales en esta Argentina que en lo profundo siempre tiene algo grato para dar, y un final o meta, muy bello. Hablamos de escapar a Puerto Deseado. ¿Les pinta?
Vamos con los argumentos
¿Sabían por ejemplo que este punto de Santa Cruz cuenta con la única ría en Sudamérica? Cabe señalar que una ría es un cauce de un río que queda sumergido, invadido por el mar. Entonces el cauce está gobernado por las mareas, las que por momentos lo ocupan en su totalidad, pero luego vuelven a dejar sus extremos más lejanos desnudos.
La ría Deseado tiene una extensión un poco mayor a los 40 kilómetros. En ese ir y venir de aguas dulces y saladas, cañadones, cuevas y recovecos en donde anidan diversas especies de aves marinas, como los cormoranes o los pingüinos. Por esto mismo es un área perfecta para el turismo en contacto con la naturaleza. Ya un punto a favor.
Siguiendo huellas
En estas costas el mismísimo Darwin analizó el fenómeno de la ría y el Perito Francisco Moreno se obstinó en delinearlo. Como si fuera poco, los viajeros que navegan entre las islas Chaffers o Pingüino, lo hacen como, en su época, Magallanes o Cavendish, un inglés que replicó la ruta de su antecesor Francis Drake. Port Desire se llamaba su nave capitana y así bautizó Cavendish a este puerto natural.
Entonces a modo de exploradores, mientras un trekking guiado recorre la costa, lleva a los Miradores de Darwin. Allí recordamos lo que el naturalista señaló de la zona: “No vi otro lugar que parezca más aislado del mundo que esta grieta entre las rocas en medio de la inmensa llanura”.
En estos días la grieta ofrece paredes para practicar escalada en roca y su extensión es escenario para recorridos que, en cuestión de horas, permiten ir desde la meseta poblada de choiques o guanacos, hasta las aguas marinas donde reinan lobos, toninas y pingüinos. ¡Un flash!
Y como si esto fuera poco, viajero, en la misma excursión de trekking, un paseo en kayak. Ya está todo dicho...
Al agua pato
Resulta que la extensión de la ría ofrece un espacio de aguas calmas para practicar el canotaje y el kayak, divertidísimos, nadie se los puede perder. Chaleco, remos y las aguas más azules para perderse en los confines patagónicos y soñar con los corsarios que una vez llegaron a “descubrirnos”.
¡Qué necios! Como si tanta belleza pudiera conquistarse.
Y para los que se animan, aventureros, para ustedes, el buceo. Listo, ya están convencidos. Punta Stockles y las Islas Quinta y del Rey dentro de la ría; y las Puntas Norte, Pozos y Guanacos fuera de ella, los puntos para sumergirse y deleitarse con la fauna marina..
De regreso a tierra, una cabalgata es precisa. Mientras la estepa se muestra, el guía recuerda al Perito Moreno siguiendo las huellas de Darwin.
Nosotros nos alegramos de estar aquí. A esto se llama escapada, de todo, de todos.
Información
Cómo llegar: Puerto Deseado se ubica en el noreste de la provincia de Santa Cruz, a 650 kilómetros de la capital, Río Gallegos, donde se pueden abordar vuelos regionales hasta esta ciudad. No obstante, el aeropuerto más cercano se ubica en Comodoro Rivadavia, a 290 kilómetros, y recibe vuelos diarios desde Buenos Aires.
Luego se continúa por la Ruta 3, la más importante de la Patagonia, hasta el desvío a Puerto Deseado, ruta 281, por espacio de 130 kilómetros.
En auto: más de 2.000 km. Ruta indica el paso a paso.
Dónde Dormir: Existe una docena de opciones de alojamiento entre hoteles, aparts, cabañas y campings, además de algunas estancias.