El semanario británico The Economist hizo un análisis del primer mes de Alberto Fernández en materia económica y financiera y apuntó contra el rol del Banco Central (BCRA) argentino al que criticó por tener una "opaca política monetaria". El artículo citó a un "economista que trabajó para una administración peronista anterior" a la hora de sostener que la entidad que dirige Miguel Pesce se mueve como "la imprenta del Gobierno".
"El Banco Central dijo que su intención es mantener tasas de interés reales positivas y evitar préstamos excesivos al Ejecutivo. En la práctica, la entidad está impulsando las tasas de interés hacia territorio negativo y es la imprenta del gobierno, como lo expresa un economista que trabajó para una administración peronista anterior", resume.
Y agrega que: "Los funcionarios piensan que esta expansión monetaria revivirá el consumo y, por lo tanto, la economía. Confían en los controles de precios para mitigar su impacto inflacionario. Los críticos creen que simplemente ampliará la brecha entre el tipo de cambio oficial de $ 60 por dólar y el tipo de mercado libre, lo que aumentará la inflación".
La revista reconoce que Fernández heredó una "difícil situación económica", incluyendo un "incumplimiento virtual" en las deudas del país.
"Su gobierno comenzó haciendo más o menos lo que dijo que haría. Adoptando el enfoque casi opuesto a su predecesor, presentó una política fiscal dura y una política monetaria laxa y aún no dijo mucho sobre cómo manejará la deuda. Los controles de cambio y de precios, y la calma del verano se combinaron para comprar el tiempo del nuevo equipo", resaltó aunque cuestionó si Alberto logrará "usar ese tiempo sabiamente".
The Economist celebró que el ministro de Economía, Martín Guzmán, haya "impulsado rápidamente un paquete de emergencia de medidas principalmente fiscales, que incluyen aumentos de impuestos sobre las exportaciones agrícolas y los viajes al extranjero, y una congelación de seis meses de muchos pxrecios, salarios y pensiones". "El impacto en los argentinos más pobres se atenuó con pagos adicionales.
Según la Fundación Capital, las medidas se suman a una restricción fiscal de alrededor del 1,5% del PBI. Si se implementan completamente, equilibrarían los libros antes de los pagos de la deuda este año", destacó pero alertó que "esto fue compensado por una opaca política monetaria". Remarcó que tanto Fernández como sus funcionarios "insisten en que Argentina quiere pagar sus deudas (a diferencia de 2001, cuando los peronistas aplaudieron el incumplimiento) pero que necesita más tiempo para hacerlo".