El vestuario del Maracaná ha sido testigo de miles de historias, esta es una de las últimas. Sucedió el domingo 13 de julio, minutos después de la final entre Argentina y Alemania. Julio Grondona le estrechó la mano a Alejandro Sabella y le dijo: “Te felicito, espero que no te vayas ahora...”
El técnico, con la medalla en el cuello, sonrió, aceptó el gesto y respondió: “Voy a descansar y después hablamos, presidente...” No faltaron los testigos. El resto del cuerpo técnico, varios dirigentes. Sin hablarlo entre ellos, todos coincidieron en que el final del ciclo parecía sellado. Y Don Julio se fue preocupado. No necesitaba que nadie le dijera que Sabella estaba con ganas de escapar de la presión permanente que significa dirigir a la Selección. Como buen dirigente, antes de perder un técnico Grondona ya tiene elegido al reemplazante. El problema es que su elegido ya dio contundentes señales de que no es su momento. Hablamos de Diego Simeone, claro.
El Cholo muere por la camiseta que vistió más de cien veces, pero por ahora prefiere la adrenalina incomparable de competir todas las semanas, nada menos que en la Liga de España o en torneos de la UEFA. Los caminos de Simeone y la Selección seguramente se juntarán algún día. Pero el Cholo no tiene apuro y el Jefe sí. Claro, Simeone tiene 44 años, Grondona 82. Es probable que la aventura no los encuentre juntos.
El otro candidato que suena, Gerardo Martino, no está en los planes del mandamás de la calle Viamonte.
“Al Viejo no le gusta”, cuenta uno de los dirigentes que estuvo en Brasil. Y no le gusta porque para él, el Tata es Bielsa.
Entonces el mapa es sencillo
El Plan A es Sabella. Convencerlo. Seducirlo. Ofrecerle un contrato hasta el Mundial 2018. Mejorarle los números flacos que lo ubicaron en el insólito 20° lugar entre los técnicos mejores pagos de la reciente Copa del Mundo. “La plata no será problema”, piensan en la AFA. El tema es que Sabella quiere cambiar, quiere dirigir un club.
“Si yo les exijo el cien por cien a mis jugadores tengo que estar de la misma manera para ponerme al frente. Es un trabajo extraordinario y un gran honor, pero es una responsabilidad muy grande” , dijo cuando regresó a su casa de Tolosa.
Por eso la bomba que tiró ayer el diario deportivo Lance (un supuesto sondeo de Brasil para que dirija su selección) no es tomada muy en serio. Sí, en cambio, puede tener futuro la chance del Mónaco.
Volvamos al plan de la AFA. Si Sabella no acepta renovar a largo plazo su contrato vencido le van a pedir que al menos siga hasta fin de año, o, casi como un favor, que se haga cargo del equipo en los próximos amistosos (el 3 de setiembre contra Alemania, en Düsseldorf, el más cercano).
No suena demasiado serio, pero algunos dirigentes susurran lo más bajo posible que en la línea de sucesión el primero que viene es Humberto Grondona, técnico del Sub 20. Y les tiembla la voz. Si no hay técnico en setiembre, Grondonita estaría en el banco en la revancha de la final. ¿O Bilardo? Nadie se atreve a sacar el tema ante Grondona padre, pero la inquietud suma varias rondas de café dirigencial.
En síntesis, Sabella es el candidato por méritos propios y también porque no hay otro que se haga cargo. Sin embargo, el técnico subcampeón del mundo no pasó a ser rubio y a tener ojos celestes de golpe.
“También le cuentan las costillas” , cuenta un testigo de hoteles brasileños. Grondona no se olvida de su fallida gestión por sumar a Carlos Tevez al plantel y de la negativa de Sabella. Don Julio, además, cuenta los goles que hicieron los delanteros netos en el Mundial: uno Higuaín.
Nada más. Por ahora se ahorra el “Yo te lo dije” , pero ya se escucha una bajada de línea que puede traer consecuencias: “En las próximas convocatorias no puede faltar Tevez” . ¿Qué dirán Messi y Mascherano? Algunos directivos, incluso, recordaron el nombre de Mauro Icardi. Suena raro. Más aún, contradictorio.
¿Sabella no quiere seguir y encima pretenden imponerle a Tevez? Hmmm... Difícil.