Mendoza dijo basta. Basta de violencia, de homicidios y miles de personas tomaron las calles para, nuevamente, reclamar por #NiUnaMenos.
Los nombres de Janet, Julieta y Ayelén, las chicas asesinadas en los tres femicidios que sacudieron a la provincia, fueron los estandartes de un reclamo generalizado.
Susana, la mamá de Julieta, dejó la sala velatoria en Maipú, donde despiden los restos de su hija, y llegó a San Martín y Garibaldi para encabezar la marcha.
"Julieta luchó hasta último momento".
“Ella luchó hasta último momento para que no la maten, motivo por el cual eso a mí me da fuerzas para seguir adelante y seguir luchando como ella lo hizo”, remarcó Susana mientras sostenía un cartel con la cara de su hija.
“Hasta el momento no tenemos novedades de la investigación. Sé que se están tomando declaraciones pero nada más”, agregó la mujer.
"Siento mucho dolor. Las banderas políticas no ayudan en nada".
Gladys Steffani, madre de María José Coni, la adolescente asesinada en Ecuador junto a Marina Meneazzo, también se sumó al reclamo aunque criticó con dureza la metodología. "Vengo para apoyar a las familias, como muchas lo hicieron con nosotros", remarcó.
Y cuestionó: “Siento mucho dolor, esto tendría que ser una marcha de silencio, como fue la marcha de Majo y Marina. Es impotencia la que siento en este momento porque Mendoza está manchada de sangre y lo único que estamos viendo son banderas políticas que no ayudan en nada”.
“Esta marcha era justamente para pedir justicia pero no con cantos ni con aplausos, sino en silencio”, agregó Gladys Steffani, la mujer que se ha convertido en un símbolo de lucha a partir del crimen de su hija y de Marina.
"Si no nos unimos, nos matan".
Por su parte, Noelia Barbeito, senadora provincial (FIT) resaltó la iniciativa mendocina: "Ha sido impresionante la movilización por Janet, Julieta y Ayelén. Por todas las víctimas de femicidio volvemos a gritar ni una menos".
“Que no se equivoquen, no nos queremos ubicar como víctimas frágiles que nada podemos hacer; las mujeres somos muy poderosas. A las mujeres no nos regalamos nada, siempre nos organizamos”, aseguró la funcionaria mientras los miles de manifestantes llegaban a la Legislatura.
“Si queremos que dejen de matarnos, nos tenemos que unir. Es la única manera de parar esta violencia machista que se lleva a una mujer cada 30 horas”, finalizó Barbeito.