El juicio por el doble homicidio de Corralitos, donde murieron dos ex policías, parece haber caído en un etapa de confusión debido a la declaración de algunos testigos de identidad reservada que ayer se presentaron en la Tercera Cámara del Crimen.
Es que estos nuevos testigos se refirieron no a los actuales imputados -a quienes ninguno conoce- sino a un grupo de personas que fueron detenidas por la Policía y luego se comprobó que nada tenían que ver con el asunto.
Se trata de la primera línea investigativa que se tuvo en cuenta y que terminó siendo un fracaso pero aún forma parte de 28 cuerpos del expediente y, por lo tanto, ha vuelto a salir a flote por el interés de los abogados defensores de los imputados: Jesús "Jony" Wekid (31), Ignacio Boullone y Raúl Masman.
El primero en declarar fue el testigo de identidad reservada número 1, un joven que trabajaba en la empresa a la que se dirigían los guardias asesinados. El joven, luego de afirmar que no se acordaba de nada, terminó indicando que el día del atraco que terminó con dos muertes, estaba en la puerta de un negocio y vio a dos personas que le resultaron sospechosas y a otro en moto.
Tras escuchar un estruendo y los disparos, llegó con un amigo hasta el lugar y vio dos o tres veces a un motociclista que llevaba un casco, el mismo que había visto en la puerta del negocio.
En cambio otros testigos se refirieron a Lucas Méndez, a Matías Lucero, conocido como "Tico", a Diego Alejandro Sosa, quienes fueron detenidos en un primer momento y luego liberados ante la falta de pruebas.
Un preso que fue presentado como el testigo "número 2", sostuvo que, junto con su cuñado, vieron por televisión un auto que había participado del golpe y les pareció que era igual al de un vecino. Según su primera declaración se trataba del auto en el que se movilizaban "Tico" y Sosa, a quien había escuchado que iba a ir a robar a Los Corralitos.
Un policía ratificó la versión
Un policía que trabajó en el arresto de los primeros sospechosos, indicó que llegaron al barrio La Palaya y encontraron un auto Gol con llantas deportivas que estaba lleno de polvo y con el motor caliente. La policía detuvo en ese momento a un joven que estaba por limpiar el vehículo en cuestión. "Ese joven dijo que el auto lo manejaba Tico pero era de Sosa", contó el uniformado.
El 26 de marzo de 2010 Federico Chaparro -un cobrador de la cooperativa Colonia Barraquero- y el policía retirado Miguel Ángel Ruarte fueron asesinados.
Ambos iban en un Fiat Duna con un chofer de apellido Musri y otro custodio (también ex policía) de apellido Castro por el callejón Mariani hacia un galpón de ajos donde debían pagar los sueldos de los empleados. Para eso, Chaparro llevaba unos 71 mil pesos. Fueron emboscados y tras un tiroteo donde perdieron la vida Chaparro y Ruarte, los ladrones se fueron sin llevarse el dinero que estaba en el auto.
