El chofer de un autobús secuestró a 51 estudiantes y a sus cuidadores e incendió el vehículo tras detenerse frente a un retén policial, dijeron funcionarios.
La Policía rompió las ventanas traseras y rescató a todos los pasajeros sin que nadie resultara herido de gravedad, antes de que el colectivo fuera consumido por las llamas en la provincia de Cremona, a unos 40 kilómetros de Milán.
Al ser detenido, el conductor dijo que estaba protestando por las muertes de migrantes en el Mediterráneo, informó el comandante Luca De Marchis.
De Marchis dijo a la televisora Sky TG24 que el sospechoso, un ciudadano italiano nacido en Senegal, amenazó a los pasajeros mientras manejaba diciéndoles que "nadie saldrá vivo".
Uno de los adultos llamó a emergencias, mientras que uno de los estudiantes contactó a su padre, y ellos alertaron a las autoridades. Vehículos de la Policía interceptaron al autobús en las afueras de Milán.
"Mientras dos agentes mantenían al chofer ocupado, él tomó un encendedor y prendió el vehículo con gasolina que había en una lata en el interior. Los otros policías abrieron las ventanas traseras a la fuerza y sacaron a los niños", dijo De Marchis.
Algunos pasajeros fueron llevados al hospital, mayormente por cortes y rasguños ocasionados por la evacuación.
El chofer, fue atendido por quemaduras. Sky TG24 dijo que el conductor había trabajado para la empresa de autobuses durante 15 años sin problemas. De Marchis dijo que el sospechoso tenía antecedentes penales, pero que no eran delitos graves.