Un terrario es como un pequeño jardín interior, el cual consiste en aunar una serie de plantas, principalmente cactus y/o suculentas en un recipiente. En principio éste puede ser un terrario de animales, pecera, en un jarrón amplio y bajo, etc… podés crear tu terrario en el espacio que más te guste.
Las suculentas son un tipo de plantas que requieren poco mantenimiento, no hay que regarlas muy a menudo y estéticamente dan un toque original e innovador a nuestra decoración. Las hay de muchas clases; diferentes tonalidades, formas, con flor, sin flor…depende del toque que quieras dar.
¿Cómo hacer vos misma un terrario?
ANTES DE COMENZAR
Elegí algunas plantas que tengan características similares y asegurate de que crezcan bien juntas. Podés usar casi cualquier especie que no requiera muchos cuidados. Los más utilizados son los helechos, el musgo, las crasas y los cactus. Siempre será aconsejable elegir plantas que no vayan a crecer por encima del recipiente del terrario. Asimismo, serán mejores aquellas que prefieren la sombra y toleren altas temperaturas y niveles humedad.
Con respecto al recipiente, el mismo puede ser de plástico o de vidrio. Lo más importante es que sea lo suficientemente profundo como para contener las raíces.
MATERIALES NECESARIOS
Tierra: ligera y con mucho drenaje. Será mejor si incluye turba o musgo. Para comprobar el drenaje, colocá un poco de tierra en tu mano, mojala un poco y apretá el puño. Si la tierra es pesada, se mantendrá junta cuando abras tu mano. Si es ligera, se desmoronará. Mezclala con vermiculita en una proporción de 3:1.
Piedras o gravilla:
colocadas en la parte de abajo, colaborarán con el drenaje. Para ello, su tamaño no debe exceder los 0,5 centímetros. En la parte superior, le darán un lindo acabado al terrario.
Carbón activado:
será el responsable de mantener la tierra fresca. Lo necesitarás a menos que tu recipiente tenga un agujero en la parte de abajo para drenar el agua. Podrás adquirirlo en viveros o acuarios.
Musgo:
colocado en el fondo del terrario, funcionará como una esponja que absorberá el exceso de agua.
Guantes:
serán especialmente útiles para manipular el musgo, ya que necesitarás protegerte para evitar un contacto directo con los hongos. También deberás usarlos para agarrar el carbón activado.
Decoración: busca elementos que no se dañen con el agua como conchas, piedras, o cualquier ornamento que se utilice en las peceras.
PASO A PASO
1. Limpiá bien el recipiente. Esto será más importante aún cuando estés reutilizando un contenedor. Lavalo bien con agua y jabón anti-bacterial, y enjuagalo varias veces para eliminar cualquier residuo que pueda quedar.
2. Para el drenaje, colocá una capa de aproximadamente 2,5 centímetros de gravilla o piedras mezcladas con una buena cantidad de carbón.
3. Añadí una capa de musgo para evitar que la tierra se filtre hacia la gravilla y eliminar la cantidad de agua dentro del recipiente.
4. Colocá la tierra. La cantidad necesaria dependerá del tamaño del recipiente y la longitud de las raíces de las plantas. Aplastala suavemente para nivelar la superficie.
5. Sacá las plantas de sus recipientes originales y asegurate de sacudir sus raíces para eliminar el exceso de tierra. Cavá hoyos en la tierra dentro del terrario e introducirlas en ellos. Cubrí la base dándole palmaditas suaves. Es importante que las hojas no toquen el vidrio ya que eso podría favorecer el desarrollo de enfermedades y hongos.
6. Agregá los decorados. Si querés darle un aspecto más natural, simplemente agregá musgo o piedras. Estas ayudarán a evitar el crecimiento de malezas.
7. Regá hasta que las piedras de la parte de abajo estén mojadas.
MANTENIMIENTO
Como el vidrio amplifica la luz, será arriesgado poner las plantas ante una fuente de luz directa. Optá en cambio, por la iluminación indirecta. Conservá tu terrario en el interior del hogar y evitá cambios repentinos de temperatura. El riego dependerá del tipo de planta. Por lo general, necesitarás regar cada una o dos semanas. Sin embargo, los cactus y crasas se riegan una sola vez por mes. Debés hacerlo cuando veas que la tierra o los lados están secos.
Para lograr que dure por más tiempo, retirá inmediatamente los yuyos, los hongos y las plantas enfermas. Hacé lo mismo con las partes marchitas.