Para Cristian Navarro, quien es asistente internacional desde 2014, será el primer superclásico de su joven carrera. Para Roberto Reta, un veterano de estas lides, pero con mucho arbitraje por recorrer, será el tercer derby grande.
Pero la verdadera nota llamativa es que por primera vez en nuestro fútbol, dos jueces asistentes, de cualquier provincia o liga del país, integrarán la cuaterna arbitral de un Superclásico. Y es todo un orgullo que sean mendocinos.
Reta toma la palabra y rememora cada uno de los superclásicos que jugó. "Estuve en un 3 a 2 que ganó River aquí en Mendoza (fútbol de verano 2008), el del 1 a 1 del Monumental, cuando Palermo jugó con una máscara y el gol de River lo hizo Gallardo de tiro libre (hoy DT de la Banda. El partido correspondió a la fecha 10 del Apertura 2009).
Por su parte, Navarro confió que para estas oportunidades, los amigos no dejan de “llamar para pedir entradas de favor. Claro que se hace muy difícil conseguir hasta para la familia, que es la que siempre está junto a nosotros en esta difícil profesión”.
El joven de 31 años, oriundo de San Martín, hizo inferiores en el Chacarero y hasta debutó en la Primera de la Liga Mendocina cuando al León lo dirigía Riggio en la B Nacional.
“Jugaba de marcador de punta, pero siempre estuve ligado al referato porque mi papá era árbitro y yo lo acompañaba los fines de semana a las ligas; mi padre era árbitro de las ligas de Santa Rosa, Lavalle y La Paz. Una vez faltó un juez de línea y me animé, Tenía apenas 16 años y me pedían que marcara los laterales, pero yo le dije 'y los off side, también, si son fáciles'. Así comencé a ganarme una moneda, porque jugando al fútbol tenía los pies redondos”, concluyó sonriente.
Por su parte, Roberto Reta, de 44 años, jugó al fútbol de salón "con el ‘Fiti’ Estrada en Talleres. Me defendía, pero el ‘Fiti’ era un monstruo.
Lo mío era un hobby, porque en esa época había que laburar y mucho, ya que perdí a mi papá muy chiquito y tuve que hacer de todo para ayudar en casa”, narra quien en 2007 se convirtió en el primer juez asistente mendocino internacional, función en la que se desempeñó hasta 2001, con varias Libertadores y Sudamericanas disputadas.
“Recuerdo que el 'Viejo' Páez me trajo a la Liga Mendocina con sólo 20 años. Me dijo 'podés trabajar, dirigir y ganarte unos manguitos', algo que siempre recuerdo en mis charlas a los jóvenes que se inician en esta profesión: es una de las carreras con más rápida salida laboral que existe”.
Consultados sobre el pasar económico de los árbitros, Reta respondió: “En ámbito nacional se puede vivir, pero sin guardar plata ‘bajo el colchón’. No podés proyectar, esta es una carrera en la que cuando te retirás a los 48 años ya sos grande para buscar otro laburo”.
Sin dudas es una profesión única, donde no faltan los referentes. “Los mejores árbitros de nuestro país son Néstor Pitana, Germán Delfino y Darío Herrea”, coinciden y se ilusionan con los jóvenes mendocinos que vienen demostrando “condiciones para trascender en el arbitraje a nivel nacional, como Martín Guallán, Sebastián Márquez o Lucas Rio”, y agregaron a jueces que ya están dirigiendo en torneos superiores como Fernando Espinosa o Marcelo Bistocco.
“Nosotros colaboramos en la Escuela, dando charlas y contando nuestras vivencias. Esta es una vocación que se trae desde la cuna”, coincidieron.
Por eso, éste que es el partido más importante para los argentinos, viene a ser como un premio a la trayectoria y el amor por el arbitraje. “Le adelanté a Roberto que él dirigiría cuando supe que se jugaba en Mendoza el clásico y no me creyó. La sorpresa fue que nos tocó a ambos. Increíble”, cerró Navarro.