Fue un papelón. Una mancha más para la historia de Independiente. La asamblea de socios en el gimnasio Bottaro en la sede de Avenida Mitre 470 tuvo un final abrupto, insólito y caótico. La gente copó el lugar desde temprano y mostró su enojo tras el descenso.
Hubo casi 500 personas, que cantaron contra el presidente Javier Cantero, le dedicaron insultos y calentaron la previa. También le dedicaron insultos al ex titular, Julio Comparada por su gestión.
Muchos se quedaron en la puerta del club sin poder entrar. Incluso cortaron la calle. ¿Policías? Pocos teniendo en cuenta la dimensión del hecho. Adentro sólo estaba la seguridad privada.
Cantero le puso el pecho a la situación, salió al escenario junto con los otros integrantes de la Comisión Directiva y recibió una lluvia de proyectiles desde el sector alto del Bottaro.
Contra el escritorio hasta le habían dejado una escoba en clara señal de que los opositores siguen reclamando su renuncia.
Cuando el presidente comenzó a hablar, después de pedir un minuto de silencio por la muerte de algunos socios desde la última asamblea, la temperatura llegó al máximo y la gente reaccionó de la peor manera. Varios corrieron hasta el escenario con la intención de agredirlo. Volaron sillas contra los dirigentes.
Quizás se expuso demasiado Cantero. Tuvo que escaparse como pudo mientras las sillas pasaban sobre su cabeza. El personal de seguridad lo protegió tras las agresiones y lo resguardó en una habitación de la sede. Quedaron manchas de sangre en el piso.
Los periodistas también ligaron golpes en medio del descontrol. Una hora más tarde, los socios dejaron el club y siguieron su manifestación en la calle, controlados ya por uniformados de la policía. Todos piden la renuncia del presidente.
Pedro Larralde, secretario general del club, habló con los medios y descartó la renuncia. Un verdadero caos en el Rojo...