Luego del fin de semana y dos feriados, el miércoles se activó y los ingresos a la ciudad lucen llenos de autos pese a que rige el aislamiento social.
En el nudo vial de Costanera en el que confluyen los accesos Este, Sur y Norte había gran cantidad de autos, sobre todo en los carriles de los dos primeros. Los retenes policiales, que piden explicaciones a los conductores sobre su destino, han generado además que se produzca un cuello de botella y colas.
Cada conductor debe dar sus argumentos sobre su traslado y si no puede demostrarlo es detenido. Por ello, esta mañana se ha visto a varios correr esa suerte.
Son sólo algunos los exceptuados de esta medida que rige hasta el 31 de marzo, en principio, y que busca prevenir el contacto social para evitar que circule coronavirus.
Los días previos, que habían sido inhábiles parecía que había buen acatamiento a la disposición. Los accesos lucían bastante menos concurridos de lo habitual y las calles de los barrios, desiertas.
Sin embargo no faltaron quienes trasgredieron la disposición y desde que se implementó ya se ha detenido a más de 600 personas.