Después de 18 años de promesas, idas y venidas, finalmente el aire de montaña circula por el túnel que unirá nuevamente las villas Cacheuta y Potrerillos. Hace casi un año se anunciaba el comienzo de las obras que hoy se encuentran avanzadas en un 37 por ciento.
El imponente lago del Dique Potrerillos y los cerros sirvieron de marco al acto oficial en el que se anunció ayer que fue concluida la etapa inicial del túnel, la más compleja y riesgosa de todas.
Se trata de 375 metros de perforación en la roca, denominada galería piloto, que fue recorrida a pie por autoridades y medios -entre ellos Los Andes- y que tiene un ancho de 5 metros y una altura de 6. "Ha salido todo como se había previsto", anunció orgulloso el gobernador Alfredo Cornejo, remarcando el hecho de que "hasta ahora no ha habido ni un solo accidente" y evaluando a la obra como "una maravilla de la ingeniería".
Por su parte, el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Enrique Vaquié, destacó que para quienes trabajan en la obra el haber unido ambas partes del túnel "es todo un hito".
Las excavaciones se hicieron a través de voladuras controladas, calculando así la calidad de la roca. Ayer, a las 2 de la mañana, se realizó la última explosión que llevó a que la parte más difícil de la obra quedara terminada.
Si bien la inversión inicial estaba calculada en 386 millones, los números variaron debido a la inflación y actualmente se calcula que será de "400 millones de pesos", indicó Vaquié. El 45 por ciento de los fondos fueron provinciales, mientras que el resto del dinero proviene del BID.
Cornejo lo calificó como “dinero muy bien invertido”, porque “es un antes y un después del desplazamiento urbano” en esa zona, que redundará en una mejora efectiva en la calidad de vida de los lugareños, en especial de quienes viven en Cacheuta, ya que quedaron aislados hace casi dos décadas cuando se inició la obra del dique.
Fue en 2006 cuando se adjudicaron los trabajos para hacer el túnel a la UTE Cartellone-Rovella Carranza S.A., durante el gobierno de Julio Cobos. Llegó el turno de la gestión de Celso Jaque, que realizó más promesas que no pudo cumplir.
En 2015, Francisco Pérez se comprometía a ser el responsable de llevar adelante la obra tan esperada, pero terminaría su mandato sin cumplirlo. Ahora, Cornejo quiere terminar con las promesas y asegura que a fin de año Cacheuta quedará unido -por fin- con Potrerillos.
En cuanto al avance de la obra, más rápido de lo que se había previsto, Daniel Castro, gerente de obra de Cartellone, reconoció que fue posible gracias a que usaron "hormigón proyectado", lo que permitió que se trabajara con "más seguridad, evitando derrumbes".
Sin embargo, otro factor importante fue el trabajo de 200 obreros, divididos de tal manera que las obras continuaran de lunes a lunes, las 24 horas. "Esa es la forma correcta en la que se encaran este tipo de proyectos, es lo más seguro y rápido", agregó Castro.
A pesar de que la infraestructura está pensada para que puedan circular camiones, la idea es que los grandes rodados sigan utilizando la ruta 7 y que este camino esté enfocado en el turismo y en tránsito interno entre Cacheuta y Potrerillos.
Esto último será vital para muchas familias de ambas villas que, tras el corte definitivo de la ruta en 1999, quedaron separadas y debían viajar más de 70 kilómetros para verse.
Qué sigue ahora
El próximo paso es continuar con las excavaciones laterales, denominadas desquinches, y luego sobre la zona inferior del conducto. El túnel tendrá 11 metros de ancho y 9 de alto. Luego, se realizará el revestimiento del conducto y los canales de drenaje.
Aunque esa parte de la obra es la que ha acaparado toda la atención, no se debe olvidar que también se está realizando el camino de 2.200 metros que va a unir Cacheuta con la boca del túnel, que se destaca por la presencia de 4 caracoles que "están bastante avanzados" y que "requieren mucho muro" para mayor seguridad, comentó el gerente general de Cartellone, Pablo Pérez Burgos.
Ese recurso se va a utilizar debido a las condiciones naturales del lugar, porque el túnel está a 110 metros de altura por encima del camino antiguo.
Si bien por contrato el plazo de finalización de obra es para febrero/marzo de 2018, tanto desde la UTE como de Gobierno se animaron a decir que podría ser en noviembre de este año. Pérez Burgos aclaró que los trabajos están avanzados "entre un 35 y un 38 por ciento, porque lo medimos desde el dinero y no desde lo que implica la obra. Eso sería engañoso".
Mientras, se avanza en el estudio de diferentes proyectos para explotar turísticamente el perilago, con inversiones públicas y privadas.
Buscarán atraer inversores “con incentivos concretos para que vengan rápido”, pero evitando que se “rompa el cuidado ambiental”, destacó Cornejo sin brindar mayores detalles de cuáles serían esos beneficios.
De hecho, lo que quieren lograr es algo “similar a lo que se hizo en el Hotel Potrerillos, a través de un plan de usos específicos”, manifestó el gobernador. La intención es que se explote también el lado norte del lago, por lo que el sector privado debería invertir en la infraestructura necesaria (puentes, caminos, etc.).
La explotación turística del perilago también ha sido objeto de anuncios y promesas rotas: Cornejo es el cuarto gobernador en anunciarla.
La ruta 82
Siguiendo la lógica de que la apertura del camino aumentará el tránsito en la zona, se trabaja en un proyecto para mejorar la ruta 82 (la Panamericana). El mismo está dividido en dos partes: la que va del Corredor del Oeste hasta Gobernador Ortiz y la que va desde allí hasta Cacheuta.
La primera está pensada como una doble vía, mientras que las segunda sólo será repavimentada. “Esperamos poder tener esas obras terminadas para fines de 2018”, indicó Cornejo.
Por su parte, el ministro de Economía, Infraestructura y Energía señaló que para hacer esas mejoras tiene pensado usar “un remanente del crédito del BID para Mendoza Productiva, que es de unos 9 millones de dólares”. No obstante, la provincia financiará con fondos propios los costos de la doble vía.
