La demorada obra de renovación de la terminal de ómnibus, muchas veces anunciada como próxima e igual número de veces aplazada, tendrá un cambio de fachada, al menos en lo que refiere al cierre perimetral.
Según adelantaron desde la Secretaría de Servicios Públicos, la empresa que llevará adelante las obras, la UTE (Unión Transitoria de Empresas) Autotransporte Andesmar, Andesmar Cargas, Traslar SA, Cata y Grupo Ceosa; fue habilitada para realizar el cierre perimetral y aplicar medidas de seguridad, como la colocación de cámaras especiales en lugares estratégicos.
Vale recordar que durante los tres años que dure la obra la Terminal no cerrará, está incluido en el pliego como una de las condiciones, y seguirá funcionando con la misma cantidad de empresas, frecuencias de micros y rutas.
La inversión para este emprendimiento -la obra total- será de 260 millones de pesos y prevén terminarlo en tres años.
Cabe destacar que por la terminal Padre Jorge Contreras pasan 80 mil personas diariamente, con una frecuencia de 1.800 ómnibus, entre servicios de media distancia (líneas dentro de la provincia) y larga distancia.
Desde la Secretaría avisaron también que la UTE presentó el plan ejecutivo de obras para que sea sometido a inspección y que obtengan los avales técnicos para finalmente iniciar los trabajos de la terminal, ubicada en pleno centro de Mendoza.
Una vez que comiencen la tarea se dividirá en tres etapas, que corresponde justamente a la cantidad de años en que prevén terminar la obra. Es así, que este año -en teoría- comenzarán por el ala Norte, que es la parte de preembarque.
Luego, la UTE seguirá por el ala Este que es la que corresponde a los embarques internacionales. Este espacio es utilizado por las empresas de autotransporte de larga distancia.
Finalmente, la tercera etapa -que comenzará aproximadamente en 2019- corresponderá a la remodelación de la ala Oeste, que es de donde salen los micros de media distancia.
