La semana próxima llegará a su fin una de las medidas del "plan alivio" que anunció el gobierno de Mauricio Macri para atenuar el impacto de la devaluación posterior a las primarias de agosto y los alimentos dejarán de tener la rebaja transitoria generada por la exención del IVA, lo que podría traducirse en un aumento de precios.
Ese impuesto grava los alimentos con hasta un 21% de alícuota (el pan y la harina tributan 10,5%), pero en los últimos meses del macrismo y hasta fin de año productos como la leche, aceites de girasol y mezcla, pastas secas, arroz, pan rallado, yerba mate, té y mate cocido, algunas conservas, yogures, huevos y el azúcar, no pagaron ese tributo.
Supermercadistas advirtieron que no les han comunicado la continuidad de la medida y en cuanto se acaben los stocks recibirán productos que ya tendrán incluido el gravamen y por lo tanto tendrán un precio superior.
Aumentos de precio
La Secretaría de Comercio busca atenuar el impacto del regreso del IVA a partir de un acuerdo de precios con proveedores y el relanzamiento de Precios Cuidados. La atención se concentrará en bienes de consumo básico de "primeras marcas", y se hará hincapié en la promoción oficial.
Por otro lado, la AFIP prevé la devolución de hasta $ 700 por los consumos de alimentos que realicen jubilados, pensionados y titulares de la Asignación Universal por Hijo, con sus tarjetas de débito.
No obstante, el consumidor general que hoy accede a un kilo de arroz de primera marca por entre $45,30 y $57 (según el programa de Precios Claros del Gobierno), pasará a abonar entre $ 54,81 y $ 68,97 con el regreso del IVA al 21%.
En el caso de la harina de primera marca que hoy se consigue por entre $ 50 y $ 63,90, pasará a costar entre $ 55,25 y $ 70.60, con un incremento de 10,5%.
Ventas sin IVA
Las ventas de los supermercados se incrementaron en octubre (2,5%), en un año en el que venían registrando caídas mensuales de entre 3% y 5%, y los referentes del sector señalaron que, en parte, el incremento respondió a un temor de una fuerte devaluación posterior a las elecciones de ese mes, pero también a la implementación del programa que desgravó los 13 productos de la canasta básica.
Según explicó el economista de Evaluecon José Vargas, "mucha gente aceleró compras de productos típicos de la Canasta Básica Alimentaria, previendo traslados de los aumentos y, después de las primarias, el congelamiento de combustibles, la disminución del IVA en algunos productos y otros congelamientos (como tarifas) favorecieron las ventas, sobre todo con tarjetas de crédito".
"Las medidas no mejoraron las condiciones generales, pero sí las ventas de los supermercados y, sobre todo, las de aquellos con capacidad para hacer convenios con los bancos emisores de las tarjetas de créditos", agregó el economista.
En tanto que Rubén David, uno de los propietarios del mayorista Oscar David, señaló que en octubre se notó un incremento, justamente por el temor a una futura devaluación, y por la desgravación de los productos pero hasta la fecha no han tenido noticias sobre la posible continuidad del programa.
"La próxima semana vence el tema del IVA en productos, y todavía no sabemos nada", señaló David y comentó que podrían comenzar a notarse incrementos del 21% en algunos productos y del 10,5% en otros, que no van a ser puestos por los supermercados ni los proveedores.
De igual manera Víctor Fera, propietario de la cadena Maxiconsumo, señaló que desde octubre, cuando apareció "el IVA cero", las grandes cadenas se vieron favorecidas, algo que no ocurrió con los minoristas.
"El programa estaría finalizando, según lo que se dijo y lo que se dispuso por decreto, a fin de año. No tenemos claro cómo va a seguir, pero no nos han comunicado nada al respecto", señaló.
Tarjeta alimentaria
A diferencia del IVA que alcanzó mayormente a los supermercadistas, Fera confía en que la tarjeta de alimentos que recibirán algunos beneficiarios de AUH (de $4.000 por un hijo o $ 6.000 por dos o más), así como el bono para jubilados con salarios inferiores a los $ 19.000, se volcará directamente al consumo, tanto para los almacenes de barrio como para las pequeñas y grandes cadenas.
"No estamos pasando una buena situación económica, y recién hoy (por ayer viernes) les iban a pagar a los jubilados. Se supone que esa plata va a ir a consumo y se va a empezar a mover la industria y el comercio", cerró Fera.
De igual manera, el empresario José Millán, uno de los propietarios de supermercados Átomo, señaló que la experiencia de la tarjeta ya la ven en San Juan, en donde funciona un sistema similar al que se extendería por todo el país y "se nota en el consumo".
"Nosotros somos de una una cadena de bajo precio y con la crisis mucha gente se volcó a nuestros locales. Este fin de semana previo a las fiestas se vendió muy bien y con los bonos extra que tuvieron estatales nacionales y privados las ventas mejoraron. Ahora con los nuevos bonos esperamos que también mejoren", agregó.
Las ventas de los supermercados de Mendoza crecieron luego de 13 meses de caída
Las ventas en Mendoza registraron un incremento real del 2,5% en octubre, en relación a igual mes del año pasado, se trata del primer dato positivo para el sector después de más de doce meses de caídas. Alimentos sin IVA, congelamientos de tarifas y bonos a estatales nacionales y privados explican, en parte , esa mejora.
Las ventas de los supermercados de Mendoza totalizaron $ 3.435 millones de pesos en octubre y al mismo mes del año anterior el número ascendieron a $ 2.236.462 millones, pero si se considera la inflación del período, que alcanzó el 49,8% anual, se observa un crecimiento real del 2,5%.
Las ventas del sector registran caídas desde septiembre del año pasado, cuando alcanzaron un total de 2.094 millones de pesos, contra los 1.588 millones de 2017, con una inflación interanual del 27,5%, y desde entonces marcaron caídas por alrededor del 6% mensual hasta fin de año.
Entre enero y octubre de este año se registraron mermas que promedian el 5% mensual, siendo la de febrero último (-6,2%) la caída más pronunciada del año.