A horas de terminar el año, los homicidios ocurridos durante 2013 disminuyeron levemente respecto del año anterior. Este año se registraron 138 asesinatos, en tanto que durante 2012 la cifra llegó a 141 crímenes, según un relevamiento realizado por Los Andes, a través de datos obtenidos desde el Ministerio de Seguridad y del Poder Judicial.
Las estadísticas de este año marcan un aumento en las muertes "en ocasión de robo"-24 mendocinos fueron asesinados cuando los asaltaban o intentaban asaltarlos- y por otro lado se registra una disminución de homicidios de mujeres.
Un dato a destacar: este año es la primera vez que se registra una -leve, levísima- disminución de muertes violentas, en relación al año anterior. Según las últimas cuatro mediciones anuales se desprende que en 2010 hubo 107 homicidios; en 2011, 120; en 2012, la cifra se disparó a 141 y este año disminuyó a 138.
En la cabeza de los departamentos con más asesinatos se encuentra Guaymallén que, influido por su alta densidad poblacional, concentró casi el 23 por ciento de los crímenes, lo que representa un total de 31 muertes. Lo siguen, un poco más lejos, Godoy Cruz y Ciudad con 18 asesinatos y Las Heras con 17.
Los registros de este año refuerzan una estadística repetida históricamente: la mayor parte de los homicidios se concentra en el Gran Mendoza -Las Heras, Capital, Guaymallén, Godoy Cruz, Luján y Maipú- donde hubo 109 crímenes, lo que representa un 79% del total de casos.
Esta cifra contrasta con las 13 muertes registradas en la zona Sur -General Alvear, San Rafael y Malargüe- lo que representa un 9% del total.
En el Valle de Uco se perpetraron 5 casos, contra los 10 ocurridos en la zona Este.
Contrastando con esta situación, aparecen departamentos como Lavalle, La Paz y Junín donde no se registraron hechos de violencia extrema.
¿Quiénes eran?
De las 138 víctimas, 125 eran hombres y 13 mujeres. Este último dato marca una diferencia importante con respecto al año pasado, cuando hubo 25 víctimas.
La edad crítica de los fallecidos en homicidios es la comprendida entre los 18 y los 25 años. Durante 2013 mataron a 49 jóvenes, cifra que se mantuvo constante con lo ocurrido los doce meses anteriores.
En tanto, fueron asesinadas 33 personas cuyas edades iban entre los 26 y los 35. Las víctimas menores de edad fueron 11, tres de ellos niños que fueron asesinados, presuntamente por sus madres, al nacer.
¿Dónde ocurrieron y por qué?
El escenario más común de estos crímenes fue la vía pública, lugar donde ocurrieron 84 muertes, un 62 % del total. El otro lugar elegido por los asesinos fueron las viviendas, ya sea de víctimas o victimarios; entre cuatro paredes ocurrieron 39 hechos fatales.
El cuanto al móvil del crimen, a la punta van las riñas o los "ajustes de cuenta" que dejaron como saldo 77 muertes. Aunque en este caso es importante tener en cuenta que la mayoría de los asesinatos aún están en plena investigación y que el hecho de que sean tipificados de esta manera surge de la versión policial que, a su vez, se basa en cómo sucedieron los hechos.
Un dato importante a tener en cuenta cuando se habla de la motivación de una persona para acabar con la vida de otro es el homicidio en ocasión de robo.
Así, de los 19 consignados por diario Los Andes durante 2012, la cifra sufrió un leve aumento en 2013, llegando a marcar 24 muertes relacionadas con robos. Este número surge de las tipificaciones realizadas por la Justicia, cuando investiga robos o intentos de robos que terminan con una muerte.
Por otro parte, Las muertes ocurridas en el ámbito familiar alcanzaron las 13 víctimas, cifra por demás inferior a las 22 ocurridas el año pasado.
El auto como arma mortal
Hay otras dos variables interesantes en cuanto a la manera en la que ocurrieron los crímenes. Una son los homicidios culposos que viraron a dolosos, como el caso de los accidentes de tránsito. En el año al menos tres siniestros viales han sido caratulados como homicidio simple, lo que indica que el supuesto responsable del accidente está imputado tal como si hubiera accionado un arma contra sus víctimas.
En este punto se puede destacar el caso de padre e hija Viudez, quienes murieron en febrero pasado, después de que un conductor que manejaba en avanzado estado de ebriedad por el Acceso Este en Guaymallén, los embistiera de frente.
El último punto a tener en cuenta son los crímenes perpetrados por efectivos policiales en cumplimiento de su deber, rubro que suma cuatro muertes.
En todos estos casos es importante saber que la mayoría de los hechos son investigados en la actualidad y que durante ese proceso la carátula bien podría modificarse.
Este año, las armas preferidas por los delincuentes volvieron a ser las de fuego, usadas en 88 oportunidades, contra 24 por armas blancas.
¿Cuándo ocurrieron?
El fin de semana sigue siendo el momento cuando se concentran los mayores hechos de sangre. Así entre sábado -con 24 asesinatos- y domingo -con 29- suman un 40% del total de los casos. Esta tendencia se expande a los días próximos al fin de semana: 20 asesinatos ocurrieron días lunes y jueves y 21 los viernes. Más tranquilos y muy por debajo del resto, aparecen martes y miércoles con 11.
La horas nocturnas parecen ser las elegidas por los asesinos para llevar adelante sus fines. Entre las 20 y las 6, se cometieron 71 crímenes.
Si se tiene en cuenta el calendario, marzo y octubre fueron los meses con más muertes: 16 y 15 respectivamente. Muy por debajo quedaron junio, julio y agosto, con 8, 9 y 9 muertes, respectivamente.
Método de investigación
Para hacer esta nota, se tuvieron en cuenta los datos aportados diariamente por el Ministerio de Seguridad.
Luego, cada crimen fue encasillado según los detalles brindados por la información policial y judicial.
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El año termina con 138 homicidios
La cifra muestra una levísima disminución en relación al año pasado, cuando se registraron 141. Sí subieron las muertes “en ocasión de robo” (de 19 se pasó a 24). Mataron a menos mujeres (de 25 se pasó a 13). La mayoría de las víctimas siguen siendo jóven
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