Teófilo Stevenson: el símbolo máximo del boxeo cubano

La visita del tres veces ex campeón mundial y olímpico amateur de boxeo de todos los pesos, Teófilo Stevenson, se convirtió en marzo de 1992, en uno de los grandes acontecimientos deportivos de ese año en nuestra provincia. El notable boxeador cubano asi

Teófilo Stevenson: el símbolo máximo del boxeo cubano
Teófilo Stevenson: el símbolo máximo del boxeo cubano

Bajo el título "Una presencia que enorgullece a Mendoza" el diario Los Andes dio la bienvenida, en su edición del martes 17 de marzo de 1992, a Teófilo Stevenson, al que se calificaba como "El símbolo del deporte cubano de todos los tiempos".

El tres veces ex campeón mundial y tres veces ex campeón olímpico amateur peso completo había llegado a la provincia especialmente invitado para asistir al Torneo Preolímpico de boxeo del Grupo Sudamericano que se desarrolló en el Estadio "Pascual Pérez" selectivo para los Juegos Olímpicos de ese mismo año en Barcelona, España.
 
Los contactos de Francisco Damián Morillas, el ex árbitro de fútbol y boxeo -entonces presidente de la Federación Mendocina de Boxeo y titular del Buró Sudamericano de la AIBA (Asociación Internacional de Boxeo Aficionado) resultaron fundamentales para hacer posible aquella visita que produjo un fuerte impacto en la opinión pública por la presencia de un pugilista que había alcanzado tanto prestigio y jerarquía internacional en su época de mayor esplendor.

Se había retirado en 1988, tenía 39 años en ocasión de aquella visita y lucía casi la misma figura atlética de sus buenos tiempos, sin que se pudiera percibir una sola marca en su rostro limpio y sonriente.

En esos momentos era un importante funcionario del Ministerio de Deportes de Cuba y nuestro diario también recuerda sus primeras palabras apenas pisó suelo mendocino en el aeropuerto Francisco Gabrielli, en El Plumerillo: "La práctica del deporte es un derecho que tienen todos los habitantes de mi país. Por eso estoy empeñado de un modo permanente en promover la actividad atlética de toda la población. Con gusto llego por primera vez a Mendoza, que es una tierra de grandes campeones y de un boxeo clásico y estilista muy respetado en todo el mundo".

José Rasjido, que en la actualidad es el titular de la Federación y que en aquel certamen dirigió varias peleas por su condición de árbitro internacional, evoca que Stevenson impresionó siempre por su corrección, sencillez, cordialidad y buen estado de ánimo, por lo que se granjeó muy rápidamente la simpatía de la gente. Se evoca que ese gigante de 1,90 metro de altura se paseó como un espectador más por los pasillos del ring side, firmó cientos de autógrafos y posó amablemente con quienes le pidieron una foto de recuerdo.

Representantes de 9 países tomaron parte de aquel Preolímpico que en el remodelado escenario de la Av. Mitre 1771, con capacidad para 2.300 personas, seleccionó 22 pugilistas para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992: Argentina, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guyana y Paraguay.
 
El entonces vicegobernador de la provincia, Carlos de la Rosa, presidió la ceremonia inaugural aquel martes 17 de marzo en horas de la noche, acompañado del subsecretario de Deportes, Jorge "Gato" Quiroga.
 
El alemán Karl Theinz Wehr, secretario general de la AIBA lo hizo en representación de esa entidad, además del popular Pancho Morillas, que al cierre del torneo no ocultaba su satisfacción por el éxito alcanzado: "Hemos puesto a Mendoza en el mapa del mundo y hemos traído a una figura del nivel de Teófilo Stevenson, el mejor pugilista aficionado de todos los tiempos".

Teófilo había llegado a Mendoza acompañado por su ex entrenador, Alcides Segarra, DT en Ciencias Pedagógicas y jefe de entrenadores en su país. Fundador en 1964 de la llamada Escuela Cubana de Boxeo, creada bajo la influencia de los entrenadores soviéticos Eugeni Ogurenkov, Andrei Chervonenko y Vasili Romanov.

Gran personaje

Teófilo Stevenson Lawrence, que había nacido el 29 de marzo de 1952, en el Central Delicias, municipio de Puerto Padre de la provincia de Las Tunas, conocido como "Pirolo", el llamado "Gigante del Central Delicias", murió en Cuba el 11 de junio de 2012, a la edad de 60 años. Desde hacía un tiempo se encontraba internado en una sala de cuidados intensivos a raíz de una cardiopatía isquémica de la que no había podido recuperarse. Más de medio millar de personas acompañaron sus restos al día siguiente en una emotiva despedida entre cientos de coronas que ocuparon cuatro autos fúnebres. Entre ellas las de los presidentes Raúl Castro (Cuba), Hugo Chávez (Venezuela) y Daniel Ortega (Nicaragua).
 
"Siempre recordaré el grato encuentro con el gran Teófilo en su Cuba natal" fue el respetuoso saludo de Muhammad Alí (Cassius Clay), con quien nunca llegó a enfrentarse porque Stevenson jamás aceptó pasar al profesionalismo pese a las millonarias ofertas que recibió para hacerlo. Entre otras tantas distinciones había recibido el premio Fair Play a la caballerosidad deportiva y había ingresado al Salón Internacional de la Fama de Nueva York en los Estados Unidos.

Con justa razón se lo recuerda como el más grande boxeador amateur peso completo de todos los tiempos y quizá el más grande en cualquier división, sólo comparable al extraordinario Muhammad Alí.
 
Fue el segundo deportista en ganar tres medallas olímpicas de oro (Munich '72, Montreal '76 y Moscú '80) igualando la hazaña del húngaro Laszlo Papp, que las logró en Londres '48 (categoría mediano), Helsinki '52 (mediano liviano) y Melbourne '56 (nuevamente mediano liviano). Stevenson alcanzó además tres títulos mundiales como aficionado: La Habana '74, Belgrado '78 y Reno '86. Siempre a nivel de la AIBA, su campaña se prolongó durante 20 años y sobre un total de 321 se impuso en 301.

Se retiró en julio de 1988 durante el desarrollo del Torneo Internacional de Boxeo "Giraldo Córdoba Cardín". En esa época pasó a trabajar en la Federación Cubana de Boxeo y en la Comisión Nacional de Atención de Atletas Retirados y Activos. Fue un deportista que nunca renunció a sus ideales y que vivió y murió en paz con su conciencia.

Se había hecho pugilista apenas a los 8 años de edad, cuando veía combatir a su padre Teófilo Stevenson Parson, un inmigrante nacido en la isla antillana de San Vicente, que emigró a Cuba para dedicarse al corte de la caña y que por necesidad se hizo boxeador.
 
Proveniente de una familia muy modesta comenzó a practicar con el ex campeón nacional cubano de peso pesado, John Herrera, vecino de Puerto Padre. Hasta que en octubre de 1966, cuando tenía 14 años y pesaba 71 kilos, en su debut perdió por puntos frente a Luis Enríquez, un adversario de mucha mayor experiencia, en un combate realizado en Las Tunas.
 
El inicio boxístico de Stevenson resultó bastante desafortunado porque de sus primeras 20 peleas fue derrotado en 14. Perdió, por ejemplo, ante el alemán oriental Bernd Anders, el checo Peter Sommers y el estadounidense Duane Bobick.

"Rojo, no rico"

Luego de los Juegos Olímpicos de Munich en 1972, Stevenson recibió una oferta de un millón de dólares para enfrentar al entonces campeón mundial profesional de la categoría pesado, Joe Frazier, en un combate que se realizaría en La Florida, Estados Unidos. Teófilo contestó: "Prefiero el cariño de 8 millones de cubanos y no cambiaría mi pedazo de Cuba ni por todo el dinero que me puedan ofrecer".

Después del Primer Campeonato Mundial de Boxeo Aficionado, realizado en La Habana en agosto de 1974, en la que ganó la medalla de oro peso completo, fue tentado con otra millonaria oferta para pasar al profesionalismo y su respeta resultó nuevamente negativa. La revista norteamericana Sport Illustred publicó en su portada la respuesta del boxeador cubano: "Antes rojo, que rico".
 
En 1976, cuando tenía 24 años, acaso en el mejor momento de su carrera, en su condición de campeón olímpico de los Juegos de Montreal, surgió la posibilidad de que enfrentara a Muhammad Alí, esta vez por una bolsa de 2 millones de dólares. Se lo consideraba el adversario ideal para el nuevo campeón mundial profesional por su excelente estatura, magnífico juego de manos y piernas, fuerte pegada y su enorme popularidad.

El enfrentamiento que tenía el consentimiento del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA), incluso con la aprobación de Fidel Castro, llegó a promocionarse como "la Verdadera Pelea del Siglo".

También se manejó la posibilidad de que se realizara una serie de cinco combates de tres asaltos cada uno entre ambos en distintas ciudades de los Estados Unidos y en diferentes días, con un árbitro internacional, en el que el singular desafío se daría por concluido si alguno de los dos perdía por KO. Ante la nueva respuesta negativa de Stevenson se recuerda la declaración de Alí: "Es un buen amateur, un peleador de tres asaltos… Pero si le ofrecieron 2 millones de dólares y no los tomó, entonces es un tonto de maldición".

El tercer y último intento para la denominada "Verdadera Pelea del Siglo" entre Muhammad y Stevenson, ahora con un impresionante contrato de 5 millones de dólares para el cubano, se trató en mayo de 1978 en Belgrado, cuando la AIBA, en su asamblea anual aceptó la propuesta con el requisito de que debía ser bajo las reglas del boxeo amateur. Esta vez a la negativa del cubano se agregó la del propio Alí, que argumentó que "no tengo nada que ganar y sí mucho por perder peleando con un amateur".

El tema nunca más volvió a instalarse en el ámbito del boxeo internacional y aquella posibilidad de enfrentar a los dos más grandes del pugilismo profesional y amateur de todos los pesos quedó definitivamente trunca.

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