La justicia confirmó la prisión preventiva para Daniel Ahumada, un sancarlino que habría apuñalado brutalmente a su ex mujer, en diciembre pasado, en una finca de La Consulta.
La víctima, Pamela Lucero (26), recibió cuatro puñaladas que la dejaron al borde de la muerte. Tras 10 días de internación hospitalaria logró recuperarse, declarando que fingió estar muerta para que su ex pareja dejara de agredirla.
Ahumada está detenido en la cárcel de Boulgne Sur Mer e imputado por tentativa de femicidio, desobediencia, lesiones leves y amenazas en contexto de violencia de género.
Esta mañana el juez de Valle de Uco Oscar Balmes confirmó la preventiva solicitada por el fiscal Facundo Garnica. La medida no solo fue apoyada por la abogada querellante Lorena Martín sino también por la defensora de Ahumada.
Balmes confirmó la prisión por varios motivos: la alta pena que el procesado arriesga (de 5 a 15 años de prisión); la gravedad de hecho (la apuñaló con presuntas intenciones de asesinarla); el peligro de fuga; el riego de la víctima y fue familia y el posible entorpecimiento de la investigación.
La emboscó y la apuñaló
El 27 de diciembre pasado, Ahumada abordó a Pamela cuando salía de trabajar, violando la prohibición de acercamiento.
El hombre comenzó una discusión por el hijo de ambos y el hombre simuló irse. Pero en realidad cortó camino por una finca y la emboscó en un callejón ubicado entre las calles José Zapata y San Martín de La Consulta.
Según la versión de la víctima, allí se produjo la agresión: el hombre le dio dos puñaladas en la zona abdominal, ella cayó y él la llevó hacia una viña para ocultar la situación.
"Voy a ir preso pero vos vas a estar muerta", le dijo el agresor al tiempo que volvió a apuñalarla por la espalda y en el cuello, muy cerca de la aorta.
Ella, hasta ese momento, trató de resistir el ataque. "Dejé de defenderme y le hice creer que estaba muerta", contaría luego al fiscal.
Esta decisión le salvó la vida porque Ahumada se fue y ella como pudo -habiendo recibido 4 puñaladas y perdido mucha sangre- salió de las viñas, volvió al callejón y caminó hasta la calle Vicente Zapata, donde volvió a desplomarse.
Con las últimas fuerzas, pudo gritar . Su hermana que estaba en su casa, escuchó el pedido de auxilio y la socorrió. Luego, en un auto, la llevaron a una sala de primero auxilios de La Consulta, desde donde fue derivada al hospital Scaravelli.