Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
Desde que las elecciones primarias definieron a los principales candidatos, todos los argentinos sabíamos que estábamos frente a la posibilidad cierta de un cambio de reglas en la economía. Con variantes, tanto Macri, como Scioli y Massa planteaban salidas parecidas, que pasaban por llegar a sincerar el tipo de cambio, eliminar retenciones, ajustar los mínimos de ganancias y otros cambios.
Todo ello comenzó a generar un cambio positivo en las expectativas. Los primeros que comenzaron a moverse fueron proyectos inmobiliarios paralizados con la expectativa de estar terminados ya con el nuevo gobierno. Otros sectores también comenzaron a prepararse.
Uno de ellos fue el sector ganadero, que tiene ciclos más largos. Con la expectativa de las primarias, comenzó un proceso de retención de vientres con la idea de aumentar la producción de terneros nuevos. Los engordadores comenzaron a guardar animales para obtener novillos pesados destinados a la exportación. Los aumentos de precios de los últimos días tienen que ver con las expectativas anteriores sumado a las lluvias que no permiten sacar animales de los campos.
Con el anuncio de eliminación de retenciones y levantado el cepo de las exportaciones, se podrán exportar carne, leche, girasol, maíz y trigo con un tipo de cambio neto muy superior al que se recibía hasta ahora. Por eso, la expectativa se acelera pero todo en el campo de la especulación porque, en realidad, nadie sabe cuáles serán las decisiones concretas.
La posibilidad de eliminar retenciones hace prever aumentos en los precios del maíz y el trigo. En este último caso, los molineros están tomando previsiones y aumentando precios, por las dudas. En el caso del maíz, los aumentos de precios impactan directamente en los precios de las carnes. Tanto los bovinos criados en feed lot como los cerdos y los pollos tienen a este grano como su principal alimento.
Esta es la explicación racional de los motivos que generan los aumentos, no así de la cuantía de los mismos, ya que están vinculados con el nivel de pánico de los distintos operadores. En cuanto al resto de los aumentos, son sólo movimientos especulativos por las mismas razones, una mezcla de esperanza y pánico por no saber con exactitud cómo serán los escenarios futuros.