Santiago de Chile. Miles de personas se congregaron ayer en la céntrica Plaza Italia de la capital chilena, en el decimooctavo día de una protesta social que no cesa y exige respuestas inmediatas a sus necesidades en un país muy desigual.
Ésta es la primera vez que el multitudinario movimiento -que carece de voceros y conducción política conocida–fue convocado por un conglomerado de decenas de organizaciones de profesores, estudiantes, jubilados, profesores, artistas y empleados públicos, congregados en la opositora Mesa de Unidad Nacional.
Bárbara Figueroa, la líder comunista de la Central Única de Trabajadores, sostuvo que "en la medida en que no haya presión... hay una agenda del gobierno que va a seguir avanzando" al igual que proyectos legislativos, porque "tenemos una oposición que en esto no ha tenido firmeza".
Distintas motivaciones
Decenas de dirigentes gremiales, agrupados en la opositora Mesa de Unidad Nacional, se congregaron frente a la vieja sede del Congreso en la capital chilena para exigir cambios profundos al gobierno del presidente Sebastián Piñera, que hace casi tres semanas enfrenta una amplia gama de demandas, desde alzas de pensiones y salarios hasta una nueva Constitución.
Carolina Espinoza, vocera de la Coordinadora No + AFP (siglas que identifican a las administradoras privadas de pensiones), dijo: "Hoy el gobierno pone el acelerador a una batería de proyectos, todos contrarios a derecho y profundizando las políticas neoliberales".
Luis Morales, jubilado de 69 años, dijo que "no tenía idea de quién llamó a marchar. Yo sólo vengo a donde hay protestas".
Gabriel Díaz, estudiante de leyes de 20 años, señaló que las organizaciones tienen el poder de difundir las manifestaciones, pero en general uno ve un panfleto en WhatsApp y dice: 'Voy'".
Convocatoria
Es prácticamente imposible dimensionar la respuesta de la convocatoria de la Mesa porque se inserta en las manifestaciones que casi a diario remecen a la capital chilena y al resto del país.
Figueroa llamó recientemente a un paro general de dos días, pero la respuesta a la convocatoria no pudo medirse porque se produjo en medio de las gigantescas protestas que, excepto los últimos dos días de feriado y el fin de semana, se realizan en la Plaza Italia, que el 25 de octubre reunió a más de 1,2 millón de personas.
Hace casi tres semanas, un alza en el subterráneo fue seguida de un fin de semana de violentos saqueos, incendios y disturbios generalizados que desembocaron en las protestas que el país sudamericano vive casi a diario.
Desigualdad evidente
Piñera respondió con una agenda social que incluye proyectos de ley con leves mejoras en las pensiones básicas y en el salario mínimo -que son tramitadas en el Congreso– además de rebajas en los sueldos y asignaciones de diputados y senadores, que oscilan entre los 27 mil y 44 mil dólares mensuales, y una suba en el impuesto a los que ganan más de 11 mil dólares.
Los chilenos tienen un sueldo promedio que oscila entre los 500 y 700 dólares y un salario mínimo de 400 dólares que Piñera ofreció subir 65 dólares.
Según Leonardo Moreno, de la Fundación para la Superación de la Pobreza, en Chile el 10% de la población gana un 7,8% más que el 90% restante y el 65% de los 18 millones de chilenos gasta más que sus ingresos y está sobre endeudado.
El politólogo Alberto Mayol dijo que "todos los esfuerzos se centran en una sola variable: la agenda social, porque ésta permite estabilizar y salir airoso de una crisis que (el gobierno) está recién tratando de comprender en todas las dimensiones".
Reforma
Tres de los seis partidos de oposición entregaron el domingo al gobierno una propuesta para reformar la Constitución, fijar los precios de los medicamentos, mejorar las pensiones y llevar adelante una reforma tributaria.
Ni la oposición ni la calle se muestran conformes con las propuestas del mandatario pese a que renovó parcialmente su gabinete el 30 de octubre con figuras más dialoguistas.
"Lo que tiene que hacer es cruzar el río, porque el fenómeno ya destruyó todos los diques sectoriales, por lo cual tiene que ser más osado, hacer cosas diferentes... lo que le queda es que él tenga la flexibilidad de negociar con gente con la cual no está de acuerdo", añadió Mayol.
Prevén un menor crecimiento económico
El ministro de Hacienda de Chile, Ignacio Briones, anunció ayer que el crecimiento económico del país será menor del esperado debido a las protestas de las últimas semanas, que han afectado a la actividad económica en importantes ciudades como Santiago o Valparaíso. "Vemos el cierre del crecimiento este año bajando del 2,6, que era la estimación que teníamos, a un rango más bien entre el 2 y el 2,2 por ciento", dijo
Briones en declaraciones desde el Palacio de La Moneda. Briones explicó que el tercer trimestre cerró con un crecimiento del 3,3 por ciento, "lo que es consistente con la tendencia hacia una mejoría que estaba viviendo la economía" chilena.
Sin embargo, en el cuarto trimestre "la situación será completamente distinta, producto de los eventos que todos hemos conocido y que han generado que muchas actividades estén funcionando a media máquina", ha anticipado. "Esto va a marcar evidentemente una disminución de la actividad económica", ha recalcado.
Así las cosas, ha pedido al Comité del PIB que haga una "evaluación" para determinar "si su estimación estructural cambia o se mantiene". "Todo esto lo vamos a reflejar de manera muy transparente en la discusión presupuestaria en el Congreso", ha afirmado.
La patronal chilena ha cifrado en más de 1.400 millones de dólares las pérdidas económicas por las protestas