Se cumplen16 años de la legendaria y criolla final de Roland Garros en la que, contra los pronósticos de la cátedra, el bonaerense Gastón Gaudio se quedó con el Grand Slam de polvo de ladrillo frente al santafecino Guillermo Coria.
Más de tres horas y media de juego demandó una coronación, la del "Gato" de Adrogué, que parecía lejana en los papeles y más lejana todavía después de que el "Mago" de Rufino se quedara con los dos primeros sets por holgados 6-0 y 6-3.
Por aquellos días Coria se revelaba como la medida más alta de la arcilla, venía de imponerse en el torneo de Montecarlo y llevaba una ventaja de 3-1 en el duelo personal.
De pronto Coria devino más lento e impreciso, Gaudio se hizo fuerte con la primordial herramienta de un revés que por lo menos consta entre los mejores del siglo en curso, sobrellevó un tercer set parejo y tras quedárselo por 6-4 selló el cuarto por 6-1.
Sin embargo, el tramo decisivo estuvo signado por la irregularidad de ambos jugadores, y del score, hasta que la balanza se inclinó a favor de Coria: 5-4, 6-5 y dos match points.
Pero no por nada en la genealogía de los deportes se inscribe la metáfora bélica: espacio cedido, espacio tomado, Coria dejó pasar sus oportunidades y cuando Gaudio dispuso de la primera, fue punto, set, partido y gloria.
Y si bien jamás volvió a llegar lejos en un Grand Slam, a lo sumo en 2006 alcanzó la tercera ronda en el de Australia y en el US Open, a diez meses de su conquista en Roland Garros trepó al quinto puesto en el escalafón de la ATP y su carrera se extendió hasta agosto de 2011.
Para Coria, por su lado, la jornada del 6 de junio de 2004 representó un antes y un después lapidario: salvo fugaces momentos de inspiración jamás recuperó su versión más luminosa y, de hecho, anunció su retiro a los 27 años.
En aquel Roland Garros cuya final se jugó hace 16 años destacaron otros dos argentinos: el cordobés David Nalbandian, que cayó con Gaudio en semifinales; y el bonaerense Juan Ignacio Chela, perdedor del británico Tim Henman en cuartos de final.