¡Tengo hambre!

Qué difícil es identificar de dónde viene ese impulso imposible de frenar. La psicóloga Belisa Castro nos propone una vuelta a lo natural.

¡Tengo hambre!
¡Tengo hambre!

¿Por qué comemos? Una pregunta que a primera vista parece simple pero la verdad es que la respuesta es mucho más compleja. En primera instancia comemos por hambre, pero también comemos porque no sentimos saciedad, porque estamos angustiados, porque nos genera satisfacción o placer. Es en la segunda parte de la respuesta donde se encuentra el foco de esta nota. El ser humano tiene un diseño natural para ingerir alimentos, con la vorágine del día a día, la falta de tiempo y la inundación de megaprocesados en el mercado es que hemos cambiado nuestra forma de comer.

La importancia de una buena nutrición, de consumir alimentos libres de conservantes y químicos, tiene una razón de ser mucho más importante que la estética. Porque lo que comemos no solo nos afecta en cómo nos sentimos, sino que como nos sentimos afecta a nuestra manera de comer. Un juego de palabras complicado que nos marca la llamada a la acción, nos indica que aunque estemos sin tiempo y atormentados por la vida diaria debemos darle importancia a nuestros hábitos alimenticios.

La licenciada en Psicología Belisa Castro, realizó un posgrado en Alimentación Fisiológica otorgado por la Universidad del Aconcagua y hoy es instructora en alimentación fisiológica, desde su consultorio y con la aplicación de un programa específico busca reeducar la conducta alimentaria, restableciendo el ritmo circadiano, a través de cambios físicos, mentales y conductuales, consumiendo alimentos hasta llegar a la saciedad y abstenerse del mismo hasta que vuelva el hambre. Parece imposible pero no lo es. "Resetear el metabolismo, que muchas veces se aletarga por el exceso de dietas restrictivas. Volver a ponerlo en marcha y lograr el equilibrio en el organismo lleva su tiempo. Como también cambiar conductas que están arraigadas. Hay que darle tiempo al cuerpo y a nuestra psiquis para que se puedan metabolizar todo estos cambios", explica Belisa Castro.

"En este programa no nos gusta hablar de dieta, hablamos de régimen normocalórico autorregulado", resalta la licenciada en Psicología. Esto tiene que ver con lo restrictivo de la palabra y con la aplicación psicológica de este entrenamiento, donde la parte conductual tiene que ver con aprender a comer cambiando hábitos. "Para poder realizar este proceso con éxito se necesitan alimentos naturales no envasados y no industriales.

Este tipo de alimentos tienen componentes que nos provocan avidez, estas ganas de seguir comiendo de forma compulsiva, sumando estados emocionales. Entonces no hay saciedad, no sentimos las señales naturales para decir hasta acá llegué. El exceso de los procesados interfirió en nuestra manera innata de comer, perjudicando nuestra nutrición, generando patologías y trastornos en relación a este tema", remata Belisa Castro. 

El factor fundamental para encarar este programa de cambios de hábitos tan profundos es la motivación personal. Para Belisa Castro "el acompañamiento y asesoramiento psicológico busca entender la vida, horarios y rutinas de cada paciente. Hay muchas variables, por las cuales muchas personas no tienen éxito. Desde este programa se trabaja sobre cambios conductuales, se cambia el estilo de alimentación y desde la psicología trabajamos sobre la ansiedad, baja autoestima, el control de los impulsos, motivación versus realidad, imagen corporal, peso ideal y peso deseado".

Pero este cambio no se hace solo, de forma gradual y sin presionar. Es necesario involucrar a los miembros de la familia. "La gente piensa que lleva demasiado tiempo cocinar rico y sano. Pero al compartir los alimentos contagiamos a los otros. Todo lo natural llama la atención y la gente quiere probarlo. Esto ayuda a derribar mitos y socialmente no te aislás", remata la Licenciada en Psicología Belisa Castro. 

Tips para cambiar de hábitos 

Aprender a detectar cuando tengo hambre y cuando tengo ansiedad.

Evitar todos los alimentos que vengan en un paquete, que sea industrializados y que tengan fechas de vencimientos largos.

Disponer de alimentos naturales, organizados en la heladera, limpios, cortados y listos para comer.

Elaborar los alimentos, satisfacer al paladar, con cosas naturales pero ricas.

Involucrar a la familia y a los amigos compartiendo nuestro alimentos.

Contacto

Si te interesó este tema y querés conocer más sobre el Entrenamiento en Alimentación Fisiológica, te dejamos el contacto de la licenciada en Psicología Belisa Castro. Whatsapp: 261 552-2222 Instagram: @belisa_castro

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA