Está claro que hasta un rincón exterior en la casa, pequeño y deslucido, puede llegar a revivir en poco tiempo de la mano de plantas y flores que lo conviertan en un lugar tan único como querible.
Colores, tamaños, especies, y aromas se entremezclan en el aire para poder destacar esos espacios en los que el lugar no abunda, pero sí el buen gusto.
Los balcones no son la excepción y ya sea que cuenten con un lugar considerable en metros, o todo lo contrario, con las plantas adecuadas pueden llegar a transformarse totalmente.
Por ello Guillermo Grimoldi (jardinero, columnista de Revista Rumbos) y autor de “Secretos de Jardín Invierno, Otoño y Verano” (ver recomendados) acerca consejos acerca del tipo de plantas, macetas y tierra adecuada para que tu balcón se transforme en un pedacito de paraíso privado.
¡Transformá tu balcón!
"Setenta balcones hay en esta casa, setenta balcones y ninguna flor...", profesa una parte del soneto más recordado de Baldomero Fernández Moreno. Una metáfora visual que invita a poblar de color y sentido ese rincón único que implica este espacio.
No importa el tamaño ni metros que tenga, el toque de alegría es posible. El especialista Guillermo Grimoldi apunta tips infalibles para cada ítem:
- Las variedades para esta época, según la luz solar. Si el balcón es de sol y está muy expuesto a los vientos está muy bueno plantar en las macetas bulbines, o enamoradas del sol (por nombrar sólo dos plantas muy conocidas de floración con color intenso).
Si el balcón tiene mediodía de sol sugeriría poner petunias o clavelinas, que soportan bien el mediodía. Si en cambio el espacio es de sombra, las prímulas, o alegrías del hogar quedan muy bien y brindan mucho colorido al balcón”.
- Enredaderas ¿Sí o no? Hay enredaderas (como los mesembriantemus, conocidas como rayito de sol o manto de virgen) que son medio gorditas en textura, y que caen y florecen muy bien ahora en primavera. Además cuentan con una segunda floración en la época navideña.
Otra especie que anda muy bien para los balcones, y suele confundirse con los helechos, es la denominada ‘colitas de zorro’; que son plantas con un bulbo bajo tierra que les permite aguantar la sequía y cuelgan muy bien en los balcones. En Chile se usan muchísimo.
- ¿Qué tipo de tierra requieren las enredaderas? Lo que tienen las enredaderas a la hora del cuidado es que son plantas de suelo de selva, aunque nosotros las hayamos criado como trepadoras. Pero la realidad es que crecen en la selva y lo hacen trepando en los árboles, por lo que sus suelos son muy ricos; ya que aquellos que son pedregosos o con poca cantidad de nutrientes hacen que este tipo de plantas no florezcan.
Las enredaderas necesitan nutrientes del suelo, con buena cantidad de materia orgánica, por lo que requieren suelos con mucho mantillo. Si no se tiene mantillo, todos los años hay que fertilizarlas con una preparación rica en potasio, con la que se incentivará el colorido de las flores.
- Errores comunes que atentan contra tu balcón. Poner plantas de flores coloridas que requieran un mínimo de sol (ya sea mediodía o todo el día de exposición solar) pero que no lo tengan, es un gran error destinado al fracaso.
Esto se da ya que muchas veces se ponen en balcones muy oscuros y dejan de florecer, llenándose de hongos o pulgones porque que no están las condiciones indicadas para una planta de flor (que no sean las alegrías o prímulas) se debilitan demasiado. El sol las protege y potencia, si carecen parcial o totalmente de él no sobrevivirán.
- La mejor hora de riego. En primavera y verano la tardecita (no siesta) para que a la noche el agua se mantenga en la maceta toda la noche. Si se hace en la mañana, en época veraniega inmediatamente la tierra se seca, y no alcanza a guardarse en el fondo de la maceta. En invierno es al revés y hay que regar en la mañana ya que el agua está más caliente que la maceta.
- ¡Cuidado con los insectos! En esta época comienzan a perfilarse lo que van a ser los insectos del resto del año. Si no se controlan de entrada, luego ponen huevos y dejan su descendencia complicando la vida de la planta, sea de balcón o jardín.
Por ello todos los días tienen que repasar las hojas, y si encontramos un pulgón (pulga) rociar la planta con alguna bebida tónica (que contiene cuasi ámara) cortando de esta manera el ciclo, matando el bichito, que no dejará descendencia.
Si por lo contrario se dejan pasar 40 días apenas comienza la primavera sin tomar esta precaución, se generan de 2000 a 2500 huevos de pulgón en cada maceta. Vale acotar que el pulgón le extrae la savia a la planta de manera sencilla, por ello apenas empieza la nueva estación hay que poner manos a la obra en este sentido.
- Las plantas y sus macetas. Hay que entender que siempre la planta de maceta está limitada, como un hombre que vive en un monoambiente, respecto de otro que tiene patio, entonces hay que darle el doble de atención.
Lo importante cuando se elige la maceta es la alternancia térmica, ya que en las macetas de plástico la alternancia es de calor, por que no son térmicas. En cambio una maceta de lava volcánica o barro mantiene la temperatura del día, y si la noche es fría, no se enfría tanto el sustrato. En las de plástico se congela.
- Selección del tipo de tierra. No hay que comprar tierra negra, sí mantillo suelto, de pino u hoja de pino molida, con un poco de turba. Hay un secretito muy especial en este sentido.
Cuando la persona toma un puñado de tierra entre sus manos, y la aprieta entre las mismas, si al abrirlas se forma como una forma semihomogénea (‘forma chorizo’) esa tierra es para jardín). Si al contrario al abrir las manos la tierra que se aprieta se desgrana entra las mismas, ésta última será la indicada para macetas.
- ¿Ficus, otra opción? Sí por supuesto, el único cuidado es que si se cambia de lugar de manera permanente, no se va a conservar en el tiempo, pero puede estar en un balcón perfectamente si se lo deja y se la da el tiempo para adaptarse.
El bonus track
- ¿Qué es el mantillo?
Se trata de un abono orgánico que mejora la estructura del suelo y aporta nutrientes para las plantas, evitando el crecimiento de malas hierbas y promoviendo plantas sanas.
El mantillo, también denominado compost, es el proceso de fermentación, putrefacción y descomposición de estiércol de animales (caballos, ovejas y vacas) y restos vegetales, en un medio húmedo, caliente y aireado que da como resultado final un material de alta calidad fertilizante.
Tipos de Mantillo
- Orgánico: Entre los más comunes se destacan el pino en todas sus formas: corteza de pino, pinocha (enmienda orgánica elaborada a partir de acículas de pino), resaca de pino, chips y cortes de madera, y también paja, carbón, aserrín, entre otros materiales orgánicos.
El pino en todas sus formas es muy utilizado por su marcada acidez, la cual no permite que crezcan otras hierbas. También se pueden utilizar restos de poda, pero no es lo más aconsejable, ya que podrían brotar o germinar ramas o semillas de dicha acción.
- Inorgánico: Se utilizan diferentes tipos de piedra o grava, y, en el caso de frutos y hortalizas se usa un protector plástico, éste último, en su mayoría destinado a los cultivos industriales.