Tendencias de paisajismo para tu jardín

Arte, agricultura y ecología son los tres ejes en torno a los que giran las nuevas tendencias del paisajismo actual. Conocelas en esta nota.

Tendencias de paisajismo para tu jardín

En realidad no se trata de nuevas corrientes, diferentes y rupturistas: más bien son elementos del pasado, ya conocidos, que pretenden ser compatibles con otros modos más actuales de entender la jardinería.

.El jardín moderno tiene las siguientes características:

Autóctono. En los jardines se utilizan muchas especies diferentes. En general se eligen aquellas autóctonas de cada región. Las partes terrestres se cubren de gravillas, de donde emergen regularmente algunas plantas autóctonas.

Agrícola. La homogeneidad de las imágenes de los campos dedicados al cultivo es otra de las tendencias de los jardines hoy.

Hoy,  en algunos lugares del mundo, los lugares destinados a parques públicos son resueltos por equipos formados por un paisajista, un agricultor y un artista.

Los paisajes agrícolas tienen la ventaja de que ofrecen hermosas estampas vegetativas dependiendo de la estación en la que nos encontremos. Un ejemplo de jardín agrícola sería aquella casa mendocina con parrales en sus rincones verdes; o que cubre sus terrenos de olivos.

Son claros exponentes de una orientación agrícola en sus planteamientos paisajistas, aunque esto no sólo se consigue con ejemplares propios de la agricultura, también con la estética homogénea, rítmica y uniforme que ofrecen las parcelas de cultivo.

Hortícola. Relacionada con la anterior, pero aquí el valor a reivindicar es la importancia del huerto, que para muchos, es el jardín más perfecto. El uso de las plantas propias de los huertos no sólo es el objetivo, también se busca la misma ordenación, recurriendo a bancales y surcos, con cierto orden geométrico.

Parques planteados como bosques.

Es otra de las tendencias fundamentales. En los jardines más grandes, en la zona de montaña, por ejemplo, se pueden dejar zonas preservadas del paso del hombre para que crezca un sotobosque con flora propia.

La forma de actuar es recurriendo a grandes plantaciones de árboles, aunque el diseño se puede mantener, creando tramas árboreas, formas geométricas con los claros y secuencias rítmicas de distintos ejemplares.

Salvaje. La búsqueda del retorno a la naturaleza lleva a la confección de jardines muy próximos a lo que es una vegetación libre. Se intenta crear una sensación de lugares indómitos, mediante flora procedente directamente del medio natural.

A la moda. El paisajismo busca el máximo diseño, las mejores tendencias, la creación y el arte.

Por eso no deja de ser obligada referencia en el paisajismo moderno el uso de dibujos, formas y colores que recuerden a obras de arte u objetos de diseño.  La vinculación entre obra de arte, predominantemente pintura, y jardín va en aumento, asimilando para los parterres las manchas de color de los lienzos y que en el jardín se crean con flores.

Las formas geométricas que estén de moda en cada momento se reproducen en los jardines para darle ese aire actual y moderno que también se busca en otros ámbitos de la vida.

Mínimo. Que los jardines japoneses están de moda no es ningún secreto.

La filosofía zen y la cultura japonesa ha traspasado fronteras y cada día ejerce más influencia, sobre todo en aquellos que se sienten atraídos por el minimalismo y la simplicidad. La jardinería no podía ser menos y también se ha empapado de los modos japoneses a la hora de diseñar sus espacios verdes. Los jardines zen de gravilla rastrillada son el mejor ejemplo de esta tendencia, donde se buscan los mínimos elementos para componer el parterre.

Muy sostenible.

Aprovechar bien los recursos disponibles no es que sea tendencia en el paisajismo: hoy es fundamentalmente una necesidad.  La mayor preocupación por cuestiones medioambientales y ecológicas hace que la sostenibilidad del jardín respecto al entorno y los recursos naturales se convierta poco a poco en una prioridad.

La reutilización del agua es clave para alcanzar el equilibrio ecológico.  Un ejemplo de ello es la creación de estanques o humedales para aprovechar el agua de lluvia en el riego del jardín.

En movimiento. Dejar a la naturaleza libre, que fluya. Esta premisa no busca otra cosa que acercar el conservacionismo y la ecología al jardín, y dejar crecer aquellas especies que sean compatibles con nosotros y nuestro entorno.

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