Escalar el Aconcagua es un desafío al que no se enfrenta cualquiera y el que decide hacerlo sabe que, aún tomando todas las precauciones, está arriesgando su vida. Lamentablemente, en lo que va de la temporada ya son cinco los que llegaron al "Techo de América" y allí se quedaron.
El último fue Daniel Jeandot, un andinista francés de 58 años que había ingresado al Parque el 20 de febrero junto a otros nueve compañeros. El pasado martes alrededor de las 20.30 cuando estaba en una zona denominada "La Canaleta"-a unos 6.300 metros de altura- una fuerte ráfaga de viento lo desestabilizó y al caer se golpeó la cabeza contra las rocas, lo que aparentemente le produjo la muerte. Su cuerpo será desplazado hacia la ciudad cuando el tiempo lo permita.
En este mismo grupo se encontraba un montañista de nacionalidad vietnamita con pasaporte canadiense que sufrió una descompensación grave y al que durante la jornada de ayer se trasladó hacia Nido de Cóndores donde esperaba ser evacuado con urgencia. Por otro lado, la Patrulla de Rescate estaba ayer en alerta por el posible extravío de un andinista brasileño que debía haber descendido ayer y no lo había hecho en tiempo y forma.
Días de mal tiempo
Esta última defunción estuvo relacionada directamente con las inclemencias climáticas que fueron una constante durante la temporada. Pero, según recalcó Daniel Gómez, director de Recursos Naturales, esta condición no propició necesariamente el aumento de los fallecimientos, que fue notable con respecto al período 2011/2012 en el que no se registró ninguna víctima fatal y hubo sólo un desaparecido. A diferencia de 2010/2011 cuando se registró el récord con seis muertes.
"Ha sido un año en el que la temperatura no ha ayudado, pero no necesariamente tiene que ver con que hubiese más fallecidos ya que también por el mal tiempo hubo menos ascensos a la cima, lo que también pudo haber evitado otros decesos", explicó el funcionario. Con respecto a las evacuaciones, Gómez reveló que se concretaron 170 rescates desde que arrancó la temporada y que se espera llegar a las 200 que se realizan normalmente todos los años. "La mayoría son evacuaciones de prevención porque los médicos aconsejan no continuar y sólo entre 25 y 30 son realmente de gravedad", detalló.
En cuanto al número de personas que ingresaron al Parque Aconcagua desde noviembre, dijo que son unos 5.500, aproximadamente unos 1.000 menos que con los que se cerró el período 2011/2012.
Muchísimo viento
Operadores turísticos y guías experimentados coincidieron en señalar a esta temporada como "complicada" a nivel climático.
"Una de las características principales fue el muy mal tiempo. Hasta hubo vientos que volaron carpas de grandes estructuras", recordó Heber Orona, quien maneja una empresa de logística que lleva su nombre.
"El mes de enero que solía ser el mejor mes para subir, no lo fue para nada porque hubo nevadas grandes", aseguró luego de haber experimentado travesías complicadas: "De las cuatro expediciones que tuve ninguna fue cómoda y tranquila, la verdad que ha sido un año particular", contó.
Nicolás García, de Grajales Expedition tuvo una percepción similar: "Hubo mucho frío y muchísimo viento, hacía varios años que no estaba así", expresó.