El temor a una peligrosa contaminación en el puerto chino de Tianjin resurgió ayer, cuando el ejército anunció que centenares de toneladas de cianuro estaban almacenadas en el lugar devastado por las explosiones que dejaron 112 muertos.
Se trata de la primera confirmación oficial de la presencia de este componente químico extremadamente peligroso en el depósito donde el miércoles se registraron las gigantescas explosiones.
La catástrofe alimenta los temores de contaminación entre los 15 millones de habitantes de esta metrópolis portuaria del este chino. Las familias de las víctimas acusan a las autoridades de querer esconder la verdad, al tiempo que varios sitios de internet fueron bloqueados por haber difundido “rumores”.
Se desconoce la suerte de cerca de 100 personas, entre ellas 85 bomberos, y las autoridades explicaron que la mayoría podría figurar entre los 88 cuerpos que no han sido identificados por el momento.
Más de 700 personas fueron hospitalizadas tras las explosiones, que provocaron incendios todavía activos pese a los esfuerzos de los bomberos.
El general Shi Luze, jefe del estado mayor de la región militar de Pekín, declaró en rueda de prensa que se había identificado cianuro en dos lugares donde se produjo el accidente. “Según estimaciones preliminares, el volumen alcanza muchas centenas de toneladas”, dijo.
El general no precisó el tipo exacto de cianuro, pero la prensa china había indicado previamente la presencia de 700 toneladas de cianuro de sodio.
Este compuesto, bajo forma de polvo cristalino, puede bajo determinadas condiciones liberar cianuro de hidrógeno, un “gas altamente tóxico asfixiante que actúa sobre la capacidad del organismo de utilizar el oxígeno” y puede ser “rápidamente mortal”, según el Centro estadounidense de control de enfermedades.
Especialistas enviados por las autoridades chinas utilizaron agua oxigenada para tratar de neutralizarlo.
También se desplegó a un equipo de 217 militares especialistas en armas nucleares, bacteriológicas y químicas.
Las autoridades chinas tratan sin cese de tranquilizar a los habitantes, asegurando que pese a la presencia de tasas anormales de algunos contaminantes, el aire de Tianjin es respirable.
El Papa Francisco se solidarizó con las víctimas
El Papa Francisco se solidarizó con las víctimas de la catástrofe del puerto de Tianjin, noreste de China, donde una serie de explosiones provocaron 85 muertos y centenas de heridos.
“Mi pensamiento se dirige en este momento a la población de la ciudad de Tianjin” donde “algunas explosiones en la zona industrial han causado numerosos muertos y heridos”, dijo el Papa dirigiéndose a los fieles en la Plaza San Pedro del Vaticano después del ángelus.
“Rezo por aquellos que perdieron la vida y por todos aquellos que están sufriendo a causa de esa catástrofe”, dijo Francisco, en ocasión de la celebración de la Asunción, que conmemora la subida al cielo de la Virgen María.