Opinión
¡Utopía necesaria como el pan de cada día!
No debemos permitir que el Concilio Vaticano II sea un “futuro olvidado”; y hasta algunos estamos pensando lo bueno que sería encarar un proceso de preparación de un nuevo Concilio, verdaderamente ecuménico, que aporte, desde la fe cristiana, a la tarea mayor de dar más humanidad a la Humanidad.