Economía
“En algún momento van a tener que poner las pelotas e invertir” y otras frases de Milei ante empresarios
El mandatario habló más de una hora con CEO en una cumbre exclusiva de ejecutivos en Bariloche y arrojó una dura frase.
El mandatario habló más de una hora con CEO en una cumbre exclusiva de ejecutivos en Bariloche y arrojó una dura frase.
Hay una paradoja cuya literalidad se le torna insostenible al Presidente: la de decir en términos dogmáticos que usará el Estado para hacerlo desaparecer.
Domingo Cavallo están señalando que la inflación desciende con una fuerte caída del nivel de actividad económica y que la convergencia más cercana entre los tipos de cambios convierten a la inflación en un aumento de precios medido en dólares.
Una curiosa desinteligencia se produjo semanas atrás con motivo de la discusión sobre el salario mínimo vital y móvil a raíz de una actitud, luego corregida, del Presidente de la Nación al poner en duda su necesaria participación en el diferendo.
El método de la Corte fue fortalecerse en el estudio de casos frente al ímpetu de los lobbies. La postulación de Lijo es un intento de regreso a un método anterior, similar al ya conocido con las mayorías automáticas.
Milei tomó en los últimos días una decisión que tiende a invalidar por completo esa idea de casta como herramienta política. Esa decisión es la referida a la relación del nuevo gobierno con la Corte Suprema de Justicia.
En decisiones como cambiar el Salón de las Mujeres por el Salón de los Próceres, Milei no reivindica nuestro pasado histórico, sino que lo manipula con objetivos ideológicos.
La exsenadora y dos veces diputada de la Nación falleció a sus 67 años. Fue reconocida como la autora de la frase “Cristina eterna”.
Hasta el momento, la única idea de gobernabilidad que exhibe Milei es la restauración de una polarización que había cedido durante el momento electoral de los tres tercios. Una nueva grieta, con una divisoria de aguas diferente.
El apasionado economista recurrió nuevamente a su versión de candidato, en la que se movía sin medir palabras, y lanzó las más duras críticas a los cuatro vientos contra los “traidores”. Nada es casual, porque sus diatribas no sólo buscan mostrar el fondo de su cruzada “moral” sino que le permiten, por ahora, correrse de las explicaciones que demandan cada vez más sectores ante el estricto plan de ajuste y la crisis social que se agrava.
Ante la adversidad, reflotó sus consignas más viscerales contra las estructuras políticas. En los últimos, el Jefe de Estado volvió a ser ese Milei que apeló a la confrontación extrema para posicionarse en la campaña electoral y nuevamente lo hizo a través de las redes sociales.
El difícil momento que en lo económico y social vive la Argentina, es válido reiterarlo, hace imprescindible agotar todas las instancias posibles de consenso entre los representantes del pueblo. Es de esperar que los ánimos se calmen y prevalezca entre las partes la mesura y sapiencia de quienes apuestan al diálogo.
La casta ha puesto en evidencia que no le interesa que Argentina se recupere de esta atroz crisis que ella misma ha creado a lo largo de decenas de años.
El momento que vive la Argentina hace imprescindible el diálogo entre políticos. Hasta en los tiempos más difíciles debe prevalecer la templanza que conduzca, como en este caso a nivel parlamentario, a un grado de aplomo acorde con las difíciles exigencias que la emergencia impone
En democracia el poder político está dividido en dos ramas, la ejecutiva y la legislativa, ambas igualmente votadas por la ciudadanía. Y toda reforma es gradual y periódica, producto del consenso que se puede establecer en diferentes contextos entre los distintos actores de la política.
Es pertinente una nueva identificación de los espacios de la sociedad visiblemente vulnerables en virtud de un reajuste económico que inevitablemente golpeará un poco más, aunque sea por un plazo determinado, la crítica situación de vida de miles de argentinos.
Hasta los intuitivos caciques sindicales, consolidados desde hace décadas como directivos de grandes y prósperas corporaciones económicas, parecen haber perdido la brújula: habiendo conseguido trabar en los tribunales el capítulo laboral de la reforma mileísta, se lanzaron al fracaso de un paro innecesario.
Como toda propuesta ideológica, el mensaje de Milei siempre puede recurrir a validarse desde una lógica propia. La gestión económica de Milei no tiene ese beneficio. Es política: está obligada a legitimarse con hechos.
El tiempo que vive la Argentina hace imprescindible el diálogo entre políticos. Hasta en los momentos más difíciles debe prevalecer la templanza que conduzca, como en este caso a nivel parlamentario, a un grado de aplomo acorde con las difíciles exigencias que la emergencia impone.
El gobernador de Mendoza criticó la iniciativa de La Rioja y señaló que la medida que impulsa Ricardo Quintela es como un acto de “fulbito para la tribuna”, intentando culpar a la Nación de los problemas financieros de la provincia.
Junto a las promesas de liberalización económica, Milei esgrimió un discurso anti político con duras críticas a lo que denomina “casta política” y entusiasmó sobre todo a jóvenes que fueron un pilar clave de su triunfo.
Francos y Bullrich demostraron alguna gimnasia parlamentaria adecuada para consolidar un acuerdo primario sobre la ley ómnibus. Por primera vez el objetivo de la aprobación no pareció una utopía irrealizable.