El mandatario venezolano aseguró que toma “en serio” los mensajes de los expresidentes colombianos Alvaro Uribe e Iván Duque. El pedido lo hizo con el fin de defender “el derecho a la paz” y la “patria” en su país.
“Atención, atención, Maduro también es soldado de Perón”, había dicho el mandatario venezolano. Sus dichos se hicieron eco en Argentina, donde le respondieron con crudeza: “Nicolás Maduro debería lavarse la boca antes de hablar de Perón”.
El autoproclamado Presidente de Venezuela bromeó con militante argentinos tras su jura. Además mostró un presunto reloj que le regaló Maradona.
Se trata de Alicia Castro y Carlos Raimundi, dos ex embajadores peronistas que siempre defendieron al mandatario venezolano.
Además, la Cancillería Argentina adelantó que el país “profundizará y ampliará su denuncia contra Nicolás Maduro”.
También confirmó que el dirigente Edmundo González Urrutia no regresará a Venezuela, al considerar que “no es conveniente”.
Además, en la previa a la ceremonia, las autoridades aeronáuticas venezolanas anunciaron la suspensión de los vuelos entre Venezuela y Colombia.
En un día con refuerzo militar en las calles y pese al rechazo de gran parte de la comunidad internacional, el líder chavista tomó posesión ante la Asamblea Nacional en la sede del Parlamento.
La tensión en Venezuela crece a cada minuto en un día clave. Donde Maduro espera asumir su nuevo mandato y la oposición se concentra en reclamo del reconocimiento de Edmundo González Urrutia.
La líder opositora aseguró que fue detenida por el chavismo y que la liberaron después de una hora y media. El hecho se da en medio de las protestas por la asunción de Nicolás Maduro.
En Buenos Aires hubo una importante manifestación en Plaza de Mayo.
La Casa Rosada hizo un llamado a los demás gobiernos de la región a manifestarse contra la administración bolivariana.
Su partido denunció que fue llevada por fuerzas de seguridad del gobierno de Maduro. La líder opositora había encabezado la convocatoria a protestar contra la investidura del presidente venezolano que se realizará mañana en Caracas. Miles de personas salieron a las calles.
El mandatario venezolano sostuvo que Nahuel Gallo formaba parte de una conspiración contra su gobierno y defendió una vez más su detención. “A este señor lo estábamos esperando”, dijo.
Mientras Nicolás Maduro asegura haber desarticulado un plan desestabilizador, la oposición alerta sobre represalias políticas, incluida la captura del yerno del líder Edmundo González. La tensión crece en un país bajo estricta vigilancia.
A través de un comunicado conjunto, Cancillería y el Ministerio de Seguridad calificaron de irresponsables las declaraciones del líder del chavismo, quien había afirmado que el oficial argentino intentaba atentar contra la vicepresidenta de Venezuela.
El líder opositor asumió en sus redes sociales que Rafael Tudares fue interceptado por hombres “encapuchados” que lo obligaron a subir a una camioneta. La situación se da en un contexto de alta tensión política, donde Nicolás Maduro tomará el mandato presidencial.
El líder opositor venezolano arribará a Caracas junto a al menos otros ocho exmandatarios de la región, según consignó hoy la cadena estadounidense CNN.
El gobierno de Gabriel Boric considera que el líder chavista hizo fraude en las elecciones presidenciales de julio pasado.
La ministra de Seguridad aseguró que el dictador venezolano “acusa sin pruebas” a Nahuel Gallo. El vocero presidencial, Manuel Adorni, también lo criticó.
María Alexandra Gómez escuchó el discurso del presidente venezolano durante la transmisión de un canal estatal. En ese momento, Maduro negó la relación de Gómez con Gallo, diciendo que el ciudadano argentino pretendía supuestamente asesinar a la vice Delcy Rodríguez.
A pesar de su fuerte acusación, el presidente venezolano no presentó ninguna prueba con la que apoyar su afirmación. Sin embargo, apuntó contra el Gobierno argentino: “Está involucrado en los planes violentos de atentar contra la paz de Venezuela, así lo denuncio”.
