Opinión
Todos, todos, todos
El arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo. comparte su visión sobre la Mendoza del futuro sin dejar de mirar las raíces.
El arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo. comparte su visión sobre la Mendoza del futuro sin dejar de mirar las raíces.
El desarrollo de la ciencia y la tecnología es uno de los pilares para impulsar un ecosistema de innovación que beneficie a la sociedad y a la economía en su conjunto.
Motivar a los niños desde la infancia es un aspecto vital para acercarlos al deporte, en la búsqueda de construir una mejor sociedad. La práctica deportiva genera valores, responsabilidad, compromiso, empatía y esfuerzo.
El Ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Dr. José Valerio, sostiene que estamos ante un momento decisivo para la evolución del sistema judicial local.
Para el futuro de nuestras letras se requieren muchos compromisos, pero especialmente, el de los Estados.
La región Sur de Mendoza tiene tierra suficiente, agua y recursos aún sin explotar. Es preciso un Estado eficiente, que no obstaculice y un sector privado fortalecido y con capacidad para generar nuevas oportunidades.
Es importante implementar programas robustos de vigilancia epidemiológica y educación en salud, acción vital para prevenir y responder a nuevos brotes de enfermedades.
La universidad debe continuar promoviendo la equidad, el acceso a la educación y la inclusión en todos los niveles.
Los clubes no solo representan un punto de encuentro comunitario, sino también, a través del desarrollo del deporte federado y la alta competencia, generan empleo, turismo y desarrollo económico.
En un mundo que ha multiplicado su complejidad a la par que su frivolidad, pensar la cultura y difundirla se ha transformado en una tarea de titanes.
Tenemos la oportunidad de ser un motor de crecimiento para Mendoza, especialmente en sectores como la minería, el turismo y la energía.
Tenemos la satisfacción y el orgullo de saber que aquí, en estas tierras, nuestros principios están hoy más vigentes que nunca. Podemos seguir construyendo nuestro futuro porque el presente es sólido.
No sabemos cómo serán los tiempos venideros, pero los mendocinos sabemos cómo fueron los tiempos pasados: de planificación, creatividad, esfuerzo y paciencia. Y con esos valores tenemos la fibra cultural suficiente para sortear todos los obstáculos.
El autor plantea que el crecimiento es posible con la participación del sector privado. Apunta a que las oportunidades se generen en la provincia para que irse no sea una opción.
Mendoza tiene todas las condiciones para convertirse en un polo de atracción de inversiones, gracias a su posición estratégica en el corredor bioceánico, sus recursos naturales, su capital humano y su matriz productiva diversificada.
Mendoza debe liderar la oferta de SBC para lo cual considero es necesaria una transformación educativa que incluya inglés desde primer grado. Propongo una línea de créditos para capital de trabajo.
La disciplina fiscal en la provincia es destacable y todas las fichas están puestas en la minería como un paso al crecimiento económico. Puso en valor el plan de obras que se ejecutarán con los U$S 1.023 millones.
Los 141 años de Los Andes toman a Mendoza en una bisagra. A los mendocinos nos viene sucediendo algo similar.
Este es el momento adecuado para transicionar hacia energías limpias dada la relevancia que tiene el cobre en el mercado internacional. Advierte que no hay que minimizar el impacto ambiental.
Mendoza se destaca como un destino aspiracional, donde el turismo enogastronómico impulsa el crecimiento de la industria vitivinícola, gastronómica y hotelera.
La Mendoza del futuro que imagino es una donde el cine se viva y se sienta en cada rincón, comprometida con hacer del séptimo arte una herramienta de transformación.
El autor propone un modelo de vitivinicultura integrado y sustentable como clave para el futuro de Mendoza. Advierte que en el sector se promueve eficiencia, equidad y desarrollo en toda la cadena productiva.