Por Gastón Bustelo - gbustelo @losandes.com.ar
La renuncia del ex ministro de Salud Rubén Giacchi desnudó problemas que pasaron desapercibidos, y que seguirán estando si la corporación política no anima a enfrentarlos. Al renunciar el funcionario, apareció como posible sucesor Rodolfo Montero, hermano de la vicegobernadora, Laura Montero, quien por ahora seguirá como Jefe de Gabinete.
El gobierno tiene una actitud poco clara con relación a los parientes y la ocupación de cargos. Recordemos que cuando el SUTE denunció que el novio de la hija del titular de la Dirección General de Escuelas, Jaime Correas, trabajaba en esa repartición, fue sacado de su puesto. ¿Por qué entonces otros funcionarios pueden tener parientes en el gobierno? Da vergüenza todavía estar escribiendo estas cosas.
Si bien hay avances institucionales en Mendoza, el ritmo va lento. Para colmo, este año no habrá muchos cambios debido a que tendremos elecciones, y esto genera problemas: el primero es que estos temas no entusiasman a los candidatos, ellos prefieren que algunas cosas no cambien demasiado para poder seguir disfrutando de los beneficios que brinda pertenecer a la corporación política.
El segundo es la pérdida de calidad institucional; teniendo todo para mejorarla, no hay mucho para mostrar. El tercer problema es el más grave, debido a que, salvo el nombramiento de parientes, la sociedad no demuestra demasiado interés por otros temas institucionales, y esta es la principal causa que frena cualquier cambio porque estos temas se sacan de agenda.
También se conocieron datos esta semana que lamentablemente no aportan optimismo, pero negarlos sería más grave. Ya no hay vehículos 0 km en Mendoza que cuesten menos de 200 mil pesos y construir una casa de 100 m² como las que hace el IPV cuesta más de un millón de pesos, como se informa hoy.
Los números asustan si recordamos que el salario promedio en Mendoza ronda los 11 mil pesos, según técnicos de la Fundación Ideal.
Además, en un año se perdieron más de 5 mil empleos privados registrados en nuestra provincia, como informó el Indec esta semana.
Cornejo tendrá un año complicado, deberá consensuar las listas de candidatos a diputados nacionales y provinciales. Esto es mucho tiempo dedicado a negociar con las distintas líneas internas del radicalismo, un partido que sigue ocupándose en complicar la tarea de los funcionarios de distintos sectores, más que a colaborar para que los mendocinos vivan mejor. Deberá además acordar con los socios de Cambiemos, pasando desde el Pro hasta el PD y otras agrupaciones. Cornejo se verá obligado a repartir su tiempo hasta octubre entre la gestión, las negociaciones políticas y la campaña.
El Gobernador ayuda a que se dude de la famosa “institucionalidad” mendocina que supo instalar el ex gobernador José Bordón, más allá de los resultados que logró en su gestión. Son varios los que se preguntan ¿qué pasó con el ex administrador Francisco Pérez? ¿Por qué Cornejo no lo denunció en la Justicia después de haberse cansado de decir, con razón, que su administración fue desastrosa y perjudicial para los mendocinos? ¿No tenía pruebas de que recibió la Provincia en muy mal estado administrativo y financiero? El ex mandatario ha sido sentenciado por la sociedad. Una vez más, la corporación política no estuvo a la altura de las circunstancias.
A estas fallas institucionales se suman otras. Esta semana Oxfam difundió un informe en el que además de dar datos muy contundentes que muestran la desigualdad en el mundo, también hace hincapié en las causas que generan esa situación. Así es como señala que “un gobierno que rinde cuentas ante la ciudadanía antepone sus necesidades y es el arma más importante para luchar contra la desigualdad extrema y la clave de una economía humana. Los gobiernos deben escuchar al conjunto de la ciudadanía, no solo a una minoría más poderosa y a sus lobbistas... Cuanto mayor sea la rendición de cuentas de nuestros gobiernos, más justas serán nuestras sociedades”.
Agregan también que “los gobiernos deben apoyar modelos empresariales que impulsen claramente el tipo de capitalismo que beneficia a un conjunto de la población y que construye un futuro más sostenible... Es necesario poner fin al lobby empresarial depredador y al secuestro de los procesos democráticos”.
¿Cómo estamos en Mendoza? Pésimo. No sabemos por qué el ex administrador Pérez no dio explicaciones ante la Justicia por el estado en el que dejó la Provincia, seguimos sin ley de acceso a la información y ni siquiera se discute una ley de lobby para poder saber con quién y para qué se reúnen los ministros, funcionarios, legisladores y miembros el Poder Judicial.
Otro problema también es el desconocimiento del que padecen varios funcionarios, y ahí se los devoran los que buscan intereses y les imponen políticas sectoriales a los gritos.
Así, entonces, ¿quién gobierna?
Negar logros de la administración Cornejo en un año sería necio: controló el gasto, pagó deudas, acordó con los sindicatos y puso en marcha distintos proyectos y programas.
Pero la institucionalidad excede la división de poderes y al funcionamiento de distintos organismos, sobre todo de control, claves del Estado; también se construye, como todo, con acciones concretas, que por ahora no son tantas como para entusiasmarse con algún cambio real.