"Lo que puedo coser para mi hijo, ¿por qué no hacerlo para mi vecino?", expresa con soltura Liliana Astudillo, vecina del barrio Lihué. Ese fue el interrogante que luego encontró eco en un grupo de mujeres de la barriada más populosa de Guaymallén.
Desde 2008, y con el aliento de dirigentes vecinales, se vienen suscitando acciones sociales y solidarias tendientes a mejorar la calidad de vida de la comunidad. Lihué, en lengua mapuche, significa 'vida-existencia', vocablo que se hace tangible en el común sentir y accionar de un grupo de damas y jefas de hogar, algunas nacidas en la provincia y otras originarias de Bolivia, Perú y el norte argentino.
Apoyadas económica y operativamente por la Fundación Vida Joven y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, las vecinas comenzaron a trabajar en microemprendimientos poniendo en valor sus talentos y habilidades, y la solidaridad del vecindario.
De esta manera, muchas recibieron pequeños créditos en el marco del programa "Banquito Popular de la Buena Fe" con la idea de generar negocios familiares y barriales, y así poder subsistir de esa actividad.
El emprendimiento paradigmático promovido -aún hoy- por 15 tejedoras tiene que ver con la elaboración y confección de productos textiles. El puntapié inicial es la técnica del telar, en croché o a 2 agujas, y, por supuesto, la voluntad puesta en pos de un trabajo artesanal. Como corolario, de sus manos salen tapices, mantas, chalecos y ponchos.
"Los créditos permitieron que la comunidad se organizara de manera tal de dar respuesta a las necesidades de trabajo de un vasto sector que no encontraba soluciones laborales por el simple hecho de vivir en un barrio conflictivo", señaló Cristina Olguín, presidente de la Unión Vecinal San Sebastián.
Este espacio oficia de sede para reuniones de las emprendedoras y donde, además, se encuentran las máquinas que modistas y diseñadoras usan para crear diversas prendas.
"En forma simultánea a la entrega de los créditos, los vecinos fueron capacitados en conocimientos básicos respecto a la puesta en marcha del negocio y su administración a largo plazo", explicó Sandra Amaya, vecina del barrio, quien colaboró en la etapa de asesoramiento y acompañamiento de las noveles cuentapropistas.
Por otro lado, desde la vecinal se ofrecieron charlas informativas en relación con la promoción, presentación y comercialización de los productos. Hoy las emprendedoras textiles tienen presencia en diferentes ferias departamentales como la establecida en la intersección de calles Mitre y Godoy Cruz.
El barrio Lihué, de 1.021 viviendas y 38 manzanas, también vio florecer otro tipo de iniciativas comerciales. Es que un camino similar transitaron quienes hoy son dueños de un almacén, una regalería o una mercería.
"En un principio comencé vendiendo ropa, pero luego, gracias a los créditos que recibimos, decidí cambiar de rubro y es así como desde hace algunos años tengo una verdulería que manejo junto a mi marido", cuenta Rosa Arequipa.
En algunos casos, luego de un tiempo prudente, el Estado nacional otorgaba a los emprendedores la maquinaria necesaria para garantizar la continuidad de su labor. Es el caso de Natalia Montecino, quien recibió un horno industrial, una batidora y una amasadora. Hoy es propietaria de una rotisería.
Una manera diferente de producir
La economía social surge como una alternativa a la lógica del mercado tal y como lo conocemos. "Es posible generar entre todos nuevas formas de trabajar y de producir más justas", expresa Leila Mucarsel, coordinadora de Desarrollo Local de la Municipalidad de Guaymallén.
Dentro de la economía solidaria se incluyen a cooperativas, empresas de trabajo asociado, organizaciones barriales y asociaciones caritativas.
Asimismo, el estilo de trabajo adoptado en estas experiencias refuerza los lazos sociales entre los actores intervinientes.
"Hoy se habla de mercados de economía social, que pueden ser lugares donde directamente se encuentra el productor con el consumidor, evitando los intermediarios, que son los que generalmente aumentan el precio a los productos", concluyó Mucarsel.