Un verdadero éxito por la convocatoria de público lograda y la trascendencia de lo expuesto, resultó la mega muestra Tecnópolis, que Mendoza recibió y disfrutó durante 19 días, con cierre definitivo el domingo pasado.
Los organizadores estimaron que alrededor de 900.000 personas pasaron por las instalaciones de la Nave Cultural, que fue el sitio elegido para recibir a la gran exposición que tiene sede fija en Villa Martelli, provincia de Buenos Aires.
De ese número de asistentes que, como señalamos, estuvo muy cercano al millón de espectadores, la mayoría fueron niños y adolescentes con edades comprendidas entre los 5-7 años y 17 años. Sin embargo, los mayores también se entusiasmaron y disfrutaron de la experiencia a la par de los asistentes infantiles y juveniles.
Además, la Provincia, pero en especial la Ciudad de Mendoza, tuvo el privilegio de ser anfitriona de la primera Tecnópolis Federal de este año.
La gran muestra de ciencia, arte y tecnología contó con numerosas estaciones temáticas, entre ellas: Arqueojuegos, Museo de Arqueología de Alta Montaña, Charles Darwin, Leonardo Da Vinci, Tierra de Dinos, La Era de Hielo, Gigantes Marinos, Matemática, Física, Química, Fábrica: Diseño e Innovación, La Birome, Alta Delta 4D y Realidad Virtual (bicicletas). Las dos primeras -Arqueojuegos y el Museo de Alta Montaña- constituyeron una oferta exclusivamente local, organizada por el municipio capitalino a través del personal de arqueólogos y técnicos del Área Fundacional, y fue de gran disfrute para el público menudo, ya que con la tutoría de los expertos investigadores se realizaron excavaciones e inclusive fue recreada la momia del Aconcagua, aquélla encontrada por andinistas en 1985 y que corresponde a un niño de un grupo poblacional que vivió hace 14.300 años en Perú.
Otro segmento que agradó mucho es el vinculado al naturalista inglés Charles Darwin, donde al repasar la vida y obra del científico, los pequeños y adolescentes pudieron entender la teoría evolutiva de manera didáctica. Asimismo sorprendió el stand donde la platea apreció el funcionamiento de distintos aparatos a través de la aplicación de las ideas del multifacético Leonardo Da Vinci.
Obviamente un punto alto del interés entre los más pequeños lo marcó el espacio denominado Tierra de Dinos, donde se pudo apreciar a tamaño real los animales gigantes que ocuparon la Tierra, varios de los cuales fueron descubiertos en territorio argentino.
La experiencia de Tecnópolis entonces permitió experimentar que cuando hay propuestas diferentes e innovadoras, la gente responde con una presencia masiva.
La adhesión de los habitantes del Gran Mendoza y de otros departamentos, fue todo un éxito e hizo recordar los buenos momentos del Museo Provincial de Bellas Artes-Casa de Fader, cuando abrió sus puertas a las muestras del gran pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín o de nuestro Florencio Molina Campos.
Seguramente si se repiten en el futuro estos emprendimientos se puede mejorar la presentación discriminando aún más los circuitos temáticos por grupos de edades y tratando de que los asistentes no tengan que realizar largas esperas bajo los rayos del sol.
En síntesis, la oferta exhibida ha sido razonable y se constituyó en un verdadero suceso popular, salvando algunos inconvenientes que en futuras ediciones se pueden evitar.
También el lugar elegido -el complejo de la Nave Cultural- reivindicó sus posibilidades para albergar acontecimientos que requieren infraestructura y espacio y que tienen por respuesta una gran convocatoria de asistentes.