La historia de la seguridad pública en Mendoza registra dos hitos notables; uno es la Reforma Policial de 1999 y, el otro, es la transformación tecnológica y la actualización de procedimientos llevados a cabo durante la actual gestión. Junto con el profundo cambio implementado en la Justicia, constituyen cambios sin precedentes que han comenzado a dar sus resultados.
El uso de nuevas tecnologías destinadas a la prevención y al esclarecimiento de delitos ha ubicado a Mendoza en una posición de liderazgo. La incorporación de patrulleros tecnológicos, equipados con lectores automáticos de patentes y equipos biométricos y una reingeniería completa del sistema de información policial, permite hoy que un efectivo desde un patrullero, un biométrico dactilar móvil o una PC pueda saber si una persona tiene algún pedido de la Justicia.
En el mismo sentido una acción concreta que puede no ser visible a simple vista y merece ser destacada es la actualización y ampliación del sistema de comunicaciones Tetra. El Tetra, como el 911, son incorporaciones que realizamos durante la gestión del mismo Alfredo Cornejo al frente de la cartera de Seguridad en 2006. Hoy, luego del upgrade (mejoramiento) realizado, el sistema Tetra ha pasado a funcionar con la última tecnología bajo redes IP. Quedando incorporados a fin de este año siete nuevos sitios de conectividad, como Palmira, Curva de Guido, Cacheuta, entre otros. Mendoza es actualmente la única provincia en contar con este nivel de tecnología.
El laboratorio de ADN, con la incorporación del software Codis, marca también la vanguardia a nivel nacional. Ya cuenta con 40 mil perfiles genéticos cargados que han permitido elevar el número de esclarecimiento de hechos. Además, la reciente implementación del Registro Provincial de Identificación Balística facilitará la individualización de armas y vainas servidas en hechos delictivos acelerando la investigación.
Un producto tangible del uso de tecnología es la trazabilidad del accionar policial. Registros de imágenes, audio, GPS, etc. permiten el control, eliminan la discrecionalidad y generan pruebas. Esto, sumado a la capacitación del personal ha dado como resultado la ausencia de casos de gatillo fácil.
Algunas estadísticas ya muestran resultados; la tasa de homicidios dolosos en 2018 de 5,4/100.000 habitantes es la más baja en décadas; los robos agravados con arma por mes, son hoy el 50% menos de los registrados en 2015.
En la Justicia Penal, la oralidad en los trámites y la modificación del Código Procesal aceleraron la resolución de causas, revirtiendo la tasa de procesados sobre condenados, y acortando los largos procesos de detención sin condena. La primera sentencia de un Jurado de ciudadanos en un juicio, constituye un hecho histórico, y una evolución incuestionable del sistema judicial.
Los procesos de fortalecimiento institucional requieren de una implementación constante y no ocasional o intermitente. Las medidas orientadas a fortalecer el sistema de justicia y seguridad requieren planificación, innovación, persistencia, profesionalismo y decisión política para resultar exitosas. Estos atributos han caracterizado las políticas implementadas por la actual gestión.