Nacen con las nuevas tecnologías. Sin ir más lejos, su primera foto fue sacada con un teléfono celular, y para entretenerlos un rato, sobre todo en lugares públicos, ellos y sus padres ya saben que una tablet será su nueva aliada para mirar los dibujos animados o jugar. De hecho, la TV todavía sigue siendo un bien preciado a la hora de comer o de tomar la leche.
Pero, ¿ hasta que punto esto es correcto?
Según los especialistas, cuanto más expuestos estén los niños a los videos juegos, TV, smartphones y todos sus derivados, es probable que los índices de miopía, déficit de atención, sedentarismo (acompañado de obesidad) y depresión infantil se apoderen de los más pequeños.
"La TV en el cuarto es uno de los mayores peligros. El niño sólo quiere dormir con la televisión encendida e incluso hasta desea cenar en la habitación. De a poco, el individuo se va aislando y comparte cada vez menos los momentos en familia'", explica el psicólogo infantil Pablo González.
Y agrega: "Lo ideal es poner horarios, ya sea para usar el celular, la computadora y jugar o ver TV. Es importante llevar un control y también impulsarlo a que realice actividades al aire libre o incentivarlo a que no todo se enchufa. Por ejemplo, mostrarle que también es divertido jugar a un juego de mesa en familia".
Lo cierto es que si bien no podemos aislar a los chicos de la era tecnológica, los principales responsables de que usen o no la tecnología en exceso son los padres o tutores.
Los niños necesitan atención, jugar, la puesta de límites y realizar actividades para relacionarse con los otros, ya sean niños de su edad o adultos que estén dispuestos a leerles, jugar.
Se trata de una sociedad que abre los brazos a los distintos avances tecnológicos, pero que también está alerta.
Medidas de protección
Por ejemplo, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) presentó un nuevo portal en línea con recursos para que los gobiernos, la industria, la policía y los profesores protejan mejor a los niños internautas de ser víctimas de delitos como la explotación sexual.
La iniciativa conjunta con el Instituto en Línea para la Seguridad de la Familia, contiene datos por países resultantes de investigaciones de autoridades y de grupos académicos, legislativos y organismos nacionales en contacto con menores.
En números
De acuerdo con un estudio realizado en América Latina por el canal de televisión Cartoon Network, los niños de 6 a 11 años navegan en promedio dos horas por día, entre tres y cuatro días a la semana. Y se supo también que, en los últimos años, dispositivos con internet (notebook, teléfonos y tabletas) han sustituido a la televisión como alternativa de entretenimiento.
También, la compañía AVG technologies, pionera en softwares de seguridad, realizó un estudió que arrojó que los menores de entre 2 y 5 años saben usar mejor las computadoras y los teléfonos celulares que andar en bicicleta, cerrarse una campera, atarse los zapatos o abrocharse un botón.
Algunos conceptos digitales que los padres deben saber
Control parental: son herramientas o programas que permiten proteger a niños y adolescentes que navegan en internet. Ayudan a limitar el tiempo que pueden pasar delante del equipo, además de los programas y juegos que usan.
Sexting: es el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y vídeos) producidos por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles.
Grooming: es una práctica de acoso y abuso sexual en contra de niños y jóvenes que, en la mayoría de los casos, sucede a través de las redes sociales.
Ciberbaiting: en español, "ciberhumillación". Son fotos o videos que realizan los alumnos para burlarse de sus profesores y que después comparten en las redes sociales para humillarle y dañar su imagen.
Ciberbullying: es el acoso psicológico entre adolescentes en internet, redes sociales y chats desde el anonimato. También aparecen en los juegos de red. Una película que trata muy bien el tema es "Cyberbully", estrenada el 17 de julio de 2011 por ABC Family.
Troll: en la jerga de internet, se refiere a una persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea. La principal intención de molestar o provocar a los lectores.
“Es fundamental fomentar el diálogo con los chicos, poder hablar de las redes. Explicarles que pueden usarlas, pero que hay que ser precavidos”, indica González.
Y concluye: “También es importante hacerles entender que no tienen que ventilar sus datos íntimos en redes y que la vida es cara a cara y no virtual. Y que muchas veces la persona que tenemos del otro lado del ordenador no es quien dice ser”.